jueves, 29 de agosto de 2024

584.- ¿Y el “Sin´gao Puesto a Dedo” qué?

Pasado un mes de las elecciones presidenciales en Venezuela, donde todo el que pensaba manifestarse de forma personal u organizacional, ya lo hizo, son muy pocos los presidentes del mundo que han felicitado descaradamente al descarado de Nicolás Maduro y otros, también pocos, que no acaban de reconocer el fraude y robo y no se han animado a darle candela a Maduro, están, como en una especie de negociación muy mediocre, todavía pidiendo que se cuenten las actas de votación, caja por caja, mesas por mesa, colegio electoral por colegio electoral para poder ponerse de un lado o de otro. Actas que Maduro no se ha negado a mostrar, sino que evidentemente no tiene para demostrar su victoria, la cual ya se auto asignó.

Pasado un mes, después de sus felicitaciones “oportunas”, el presidente “Puesto a Dedo” de Cuba, se ha pronunciado. Si algo es digno de reconocerle es que Díaz Canel, mucho se demoró en esta ocasión, teniendo en cuenta sus antecedentes y vínculos de gobierno y personales con Maduro.

Díaz Canel, reconocido por los que lo quieren sólo un poquito como “Canelo” y por lo que no lo quieren nada como “Sin´gao”, acaba ayer, no sé dónde, no importa mucho, me imagino que en cualquiera de los escenarios que se inventan, de hacer declaraciones con relación al tema.

Textualmente, en un momento de, como siempre, su desastrosa intervención mal leída, no sé si porque no llegaba a ver la pantalla que le ponen siempre delante o porque por problemas que ya conocemos no existe la pantalla y lo que hay es un tipo moviendo cartones, plagada de errores de dicción porque Díaz Canel a pesar de un doctorado que dicen tiene, no sabe leer, con su voz muy poco agradable, dijo:

“Cuba, nuestra patria, nuestro pueblo, reconoce y admira la respuesta serena, el alto sentido democrático institucional y la vocación de paz mostrada por el presidente Nicolás Maduro y su equipo al responder a esas provocaciones apoyado por movilizaciones populares y presentando un recuerdo contencioso ante la sala electoral del máximo ente judicial de la nación al amparo de lo que establece la constitución de la República de Venezuela”.

Esto puede ser extraño o sencillamente irrelevante para un zelandés o un filipino, no conocedores, pero para un cubano era de esperar. Baste decir que, frente a la primera gran manifestación espontánea y pacífica de una parte representativa del pueblo cubano en estos 60 años, quienes, en las calles de muchas ciudades del país, pedían cambios y libertad, entre otras cosas, no dudó en dar una “orden de combate” contra ese pueblo y sacó a la calle a sus uniformados y no uniformados armados a reprimir y que inmediatamente se dedicó y aun se dedica a enjuiciar y sancionar a privación de libertad a aquellos que les da la gana. Personas, sobre todo jóvenes, cazados como animales en sus casas, en las calles, enjuiciados en juicios sumarísimos a 5, 10, 12 años de privación de libertad, por supuestamente tratar de ejercer un derecho humano reconocido internacionalmente y dentro de la propia constitución cubana, que no sirve para nada, pero lo recoge para al menos quedar bien con la modernidad.

El “Puesto a Dedo” entonces, no está haciendo más nada que reconocer el uso del mismo “manual de procedimientos”, redactado por ellos mismos y la puesta en práctica de los mismos mecanismos y acciones para silenciar a un pueblo: mentiras, represión armada y psicológica, prisión, presión para que los que protestan huyan o se escondan, se desilusionen, se auto repriman, etc., mensajes de injerencia extranjera, imperialismos, nuevos fascismos, nuevos terrorismos.

No voy a hacer aquí de nuevo todo el cuento de lo que ocurrió antes de las elecciones del 28 de julio, donde desde mucho antes Maduro maniobraba para ganar, no voy a repetir la historia de sus discursos, aquellos de: por las buenas o las malas, convertirme en dictador, bañar de sangre a Venezuela. Todo esto es más que conocido. El gobierno de Maduro tiene un rosario de enormes violaciones que declaraban que no se iría, aunque ningún venezolano, ni su propia esposa, votara por él. Las llamadas elecciones desde la óptica del gobierno eran sólo una obra de teatro para ganar tiempo.

Entonces apareció el fantasma que pocas veces aparece, María Corina Machado, el fantasma bueno que logró unir y sacar a los venezolanos que estaban decepcionados, aburridos, desalentados y no confiaban en las elecciones porque todas las anteriores habían estado amañadas, y no sólo los unió y sacó, sino que los llevó a votar alegre y pacíficamente. Pueblo venezolano que, al cierre de los colegios, sabía y confiaba que había ganado voto a voto. No hay que ser muy experto, si de 10 personas con las que hablas, siete u ocho, quizás más, votaron por el mismo candidato, era fácil de asegurar, al menos desde el punto de vista matemático, quién había ganado.

Al cierre de la noche, un funcionario de esos que come de la mano de Maduro como un animal amaestrado, con un simple papelito en la mano o garra, salió y sin argumentos, sin actas, sin conteos, aseguró que Maduro había ganado las elecciones, entonces, el pueblo que hasta minutos antes había estado celebrando la victoria para sacar a Maduro del gobierno, se encojonó y con razón, una vez más el deseo popular había sido violado, mancillado, burlado.

Y se encojonaron poco, la situación merecía meterle candela a Venezuela por los cuatro lados y nadie puede acusarme de violento, los cubanos nos sentimos muy orgullosos de un acto de gran trascendencia para nuestra historia patria, cuando los pobladores de la ciudad de Bayamo el 12 de enero de 1869 le dieran candela a su ciudad antes de permitir que cayera nuevamente en manos de España, quizás como el mejor ejemplo de esas estrofas con las que comienza ese himno de combate, La Bayamesa, adoptado luego como Himno Nacional, con aquello de “Al combate corred, bayameses”. La candela, como método, es la misma.

De ahí, o sea, desde el mismo 28 de julio, los sucesos se han organizado por el manual que estudia Maduro. Burla a Venezuela, casi 2 000 personas detenidas arbitrariamente sin órdenes de detención, o sea, sin acusación de delitos, sin paraderos fijos, menores de edad detenidos sin posibilidad de defensa profesional, revitalización del “Helicoide” como lugar y centro de torturas, expulsión de periodistas, cacería de opositores políticos y trabajadores voluntarios en las elecciones, expulsión de extranjeros que trabajaban autorizados en Venezuela, más de 20 muertos, militares, los tres cuerpos de policía que tiene el gobierno en la calle, más batallones de civiles enmascarados, llamados comandos, o sea, bandas armadas encargadas de organizar y repartir la represión y el terror a lo largo del país, retiro de las redes sociales, captura de aquellos que las utilicen, nombramiento de terroristas y fascistas a derecha e izquierda, da igual a los presidentes de gobiernos, a menores de edad, a los opositores o a todos aquellos que no quieren a Maduro.

Violación de la constitución a la hora de, primero dar por hecho la declaración del CNE de la victoria del madurismo, luego el brinco de esa propia institución, única encargada de los procesos electorales en Venezuela que no resolvió nada y un reclamo más fraudulento aun que todo lo anterior, que hizo Maduro al Tribunal Supremo de Justicia, TSJ, que también come de su mano, que pocos días después sin mostrar actas, conteo, verificación de nada, lo declaro irreversiblemente ganador. El TSJ montó otro teatro, metió en un cuarto unas cajas que no coinciden con las que se utilizaron para recaudar los votos, presentó a unos funcionarios que con gorras y tapa bocas al mejor estilo COVID, que nadie pudo identificar manoseaban papeles, dio por terminado la obra, salió y ratificó de forma absoluta, inobjetable e irreversible a Maduro como presidente para los próximos cinco años y si los dejan para los próximos cinco y los próximos cinco.

Poco se han encojonado los venezolanos.

Entonces a pesar de todo esto, el “Puesto a Dedo” emite un mensaje para el mundo, tal como si no pasara nada y creo yo que es peor, porque está emitiendo un mensaje para los cubanos, diciéndonos a la cara que está, no sólo de acuerdo con Maduro, sino que está dispuesto a cualquier cosa, incluyendo a acabar con el pueblo cubano, entes de dejar el poder. Esta diciendo que no le importa que haya muertos, encarcelados o que otros millones de cubanos se vayan del país. Al apoyar a Maduro está diciendo que está dispuesto a usar la fuerza militar nuevamente contra el pueblo desarmado, incluso pacífico, si ese pueblo osa en cuestionarlo. Los represores son muy hábiles a la hora de enviar mensajes “amorosos”.

Entonces volvamos al mensaje del Puesto a Dedo.

Sin´gao. ¿Quién eres tú, para cuando te da la gana convertirte en pueblo cubano y decir: “Cuba, nuestra patria, nuestro pueblo, reconoce y admira …” ¿Quién puede creer que un pueblo que no te quiere a ti, pueda querer a Maduro, cuál de los dos peores?, ¿A quién se le puede ocurrir que un pueblo que pasa hambre, más la carencia de todas las otras necesidades recogidas dentro de la categoría necesidades humanas y que emigra o mejor huye desesperadamente de tu gobierno, apoye a Maduro? Debes tener cojones y decir, yo apoyo a Maduro, sin utilizarme, por ejemplo, a mí, que soy pueblo cubano.

Sin´gao. A pesar de todo lo visto, a pesar del reclamo de millones de venezolanos, hoy dentro y fuera de Venezuela, a pesar de los muertos, detenidos y desaparecidos, a pesar de las sanciones, al menos morales de la mayor parte del mundo civilizado, cómo eres capaz de afirmar que el cubano “reconoce y admira la respuesta serena, el alto sentido democrático institucional y la vocación de paz mostrada por el presidente Nicolás Maduro y su equipo”. ¿Respuesta serena? Bueno es cierto que todavía Maduro no tiene los cadáveres colgados de los postes en las avenidas y calles venezolanas. ¿Alto sentido democrático? Llamará así al hecho de planificar robarse las elecciones antes de realizarlas, mientras se realizaban y luego durante todo este mes de realizadas. ¿Se puede llamar alto sentido democrático al permanecer en el poder por las malas, por la corrupción, por la violencia, matando a un pueblo de hambre, aterrorizándolo y obligándolo a huir? Bueno, puede ser que sí, que sea democracia al estilo del Imperio Romano.

Sin´gao. Llamas provocaciones a la respuesta de un pueblo que se siente violado. Pocas “provocaciones” han existido. Unas cuantas tiendas asaltadas, cosa que está mal, pero entendible. Dentro de todo movimiento popular grande, siempre aparecen personas o grupos que se toman el asunto por sus manos. Cuando se asaltan tiendas es porque hay hambre, porque hay necesidades no resultas desde hace muchos años. Unas cuantas esculturas, muy feas, por cierto, de Hugo Chávez y fotos de Maduro tumbadas, es entendible, es la más cercana muestra del cansancio de un pueblo que al no poder sacar del poder al dictador, la coge con sus símbolos.

¿Provocaciones a marchas pacíficas que llenan las calles de Venezuela, más las calles en el exterior con fuerte presencia de venezolanos, que, junto a sus padres e hijos, alzan sus banderas, corean consignas, cantan su himno? ¿Provocaciones a una enorme manifestación de amor, agradecimiento, reconocimiento y compromiso con la dupla María Corina – Edmundo? ¿Provocaciones a un pueblo que no se quiere dejar vencer? Provocaciones no serían también que la Revolución de 1959, salió a tumbar las estatuas no de Batista, sino de todo lo que oliera a la historia republicana de Cuba desde 1902 hasta 1959, presidentes, monumento, más parquímetros, casinos dentro de los hoteles, clubes, etc., hechos que nuestra historiografía recoge con enorme orgullo.

Sin´gao. Además, anormal, al Maduro presentar un “recurso contencioso ante la sala electoral del máximo ente judicial de la nación al amparo de lo que establece la constitución de la República de Venezuela” está violando diez veces toda la constitución de Venezuela. El Tribunal Supremo de Justicia no tiene vela en el entierro de las elecciones. Era el CNE el único responsable de dar el veredicto y resolver el conflicto con argumentos reales, transparentes, objetivos y verificables. Al ir al TSJ, Maduro se defeca en su propio CNE, lo saca del juego, estratégicamente lo exime de la culpa de esconder el fracaso y trata de subir la parada, pero es que va al TSJ sin argumentos, porque en última instancia el CNE lo había declarado ganador, por lo que la intervención del otro órgano era innecesaria e injustificada.

Va al TSJ porque todo el mundo sabe que ese órgano, no es sólo dependiente absoluto de Maduro, sino que además lo que prima en él es la mediocridad y la incapacidad de pensar. El TSJ tiene una líder, además de muy fea, con tantas mujeres venezolanas lindas que existen, vean a la periodista y presentadora Gabriela Vergara, que forma parte del partido de Maduro y que se ha cansado de hacer propaganda política por él. ¿Cómo esperar que el TSJ pueda ser neutral y no formar parte de otra encerrona asquerosa de Maduro?

El “Puesto a Dedo” para los cubanos que lo conocemos, se ve representado, se alía tratando de poner el parche antes, está, hipócritamente, tratando de lanzar mensajes para definir terrenos. Sabe que, de caer Maduro, no es exactamente el petróleo venezolano lo que pueda faltar en Cuba. Teme que, si esto ocurre más temprano que tarde, alguien pueda preguntarse: ¿Y el “Sin´gao Puesto a Dedo” qué?


Nota de última hora: Sin´gao Puesto a Dedo, puede ser que estés desinformado, cosa que dudo, porque tendría que dudar de tu maldad, no obstante te recomiendo ver la magistral intervención, sin leerla, del Embajador de Uruguay ante la OEA. El Sr, que imagino no ha perdido un minuto escuchándote, te da la mejor respuesta, parece fabricada para tí especialmente cuando habla de complice.

lunes, 26 de agosto de 2024

583.- ¿Cilita, por favor, de qué actas me habla este?

Pensando en Juan Carlos y Normita. 
Como sé que ellos me quieren mucho,
 cualquier cosa que diga, me será perdonada.

No quisiera provocar un conflicto internacional con mis declaraciones, menos parecer extremista y desde aquí pido disculpas a mis amigos, el mexicano Juan Carlos y mi hermana casi mexicana, su esposa, Normita, que viven en el “hermano” país azteca, lo aman y defienden; pero, que descarado es el actual presidente de México, López Obrador.

Qué tipo más resbaloso, que tipo más hábil para escaparse y no responder o, al mejor estilo de Fidel Castro, responder todo lo que le da la gana, menos lo que se le pregunta. Qué manera de darle y darle vueltas a la noria o dar vueltas en la noria, tal como debería ser, mejor dicho.

López Obrador indiscutiblemente es el mejor alumno que ha tenido México del llamado cantinfleo, haciendo alusión a aquel estilo creado y recreado magistralmente muchas veces por Mario Moreno, el gran Cantinflas, cuya definición, que ha llegada a ser reconocida por la Real Academia, es “hablar o actuar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada sustancial”.

López Obrador a diferencias de su actor coterráneo, es lento, muy lento, tanto que llega a parecer que está hablando en cámara lenta. A veces pienso que las palabras viajan por su torrente sanguíneo desde su cerebro hasta la punta de los dedos de los pies y luego, venciendo a la gravedad, llegan con mucho esfuerzo a su boca. De estarlo escuchando, por ejemplo, a través del radio, es probable que se llegue a pensar que, entre una palabra o frase y otra, el señor ha fallecido. Cuando lo ves por la televisión, llega a ser desesperante, se queda en silencio, mira al público, mira a los técnicos o a la pantalla de las diapositivas, tiempo en que puedes ir al baño, colarte un café, y luego engancha con su explicación.

Al escucharlo no puedo pensar en qué pasaría si López Obrador decidiera repetir uno de los discursos en que Fidel Castro se consumía 8 horas delante de las cámaras. Sería horrible, el presidente de México, con sus arranques y pausas, estaría hablando 21 horas.

Esto es serio, mi suegra, mujer cubana de su tiempo, digamos que “amaba” a Fidel, se sentaba interesada en escucharlo, hasta que el amigo se metía en el tiempo de la novela, entonces ella empezaba a decir: vamos mi hijito, eso ya lo dijiste, chico eso ya lo sabemos, déjalo para mañana papi, etc., lo que dice que el tema político – ideológico hasta para mi suegra tiene sus límites. Si le hubiera tocado López Obrador como presidente, de seguro lo hubiera dejado plantado y al día siguiente preguntaría, qué dijo de nuevo. JAJAJA.

Todo el mundo conoce los lazos afectivos de por lo menos amistad que tiene López Obrador con Nicolás Maduro, lazos respaldados por cierto acercamiento ideológico y el uso de la palabra pueblo como aderezo que sirve lo mismo para una ensalada de papa, de vegetales verdes o de mariscos.

Amistad, compromiso o conveniencia que parte de la estrategia de que “no hay mejor ciego que el que no quiere ver”. Para el caso de Maduro, no solamente hay que ser ciego, sino anormal para desconocer el fraude con que Maduro se ha mantenido todo este tiempo en el poder, más la represión, la burla, el tráfico de drogas, sino de él mismo como camello, si de parte de su gobierno, incluidos altos militares. Hay que ser ciego y anormal para no reconocer el desgaste de Venezuela.

Pero además de ciego y anormal, hay que ser desconocedor de la más mínima matemática para no poder desde el balcón del palacio presidencial, contar los millones de venezolanos que han desfilado por todo el territorio mexicano y se han asentado en la frontera de ese país, para llegar a los Estados Unidos, huyéndole el hambre, quizás, al hambre creada por Maduro.

Hay que ser entonces ciego, anormal, desconocedor de las matemáticas y descarado para no tener un pronunciamiento serio, concluyente, demoledor y acusador contra el gobierno de Maduro al cual una gran parte de los países del mundo, muchos, todavía con tendencias izquierdosas, reconocen como narco dictadura.

Así López Obrador llegó a las elecciones de Venezuela del 2024, pienso que, pidiéndole a la Virgen de Guadalupe, representación mexicana de la Virgen María y a Huitzilopochtli, asociado al rey Sol por los mexicas, para que ayudara a su amigo venezolano a obtener los votos, o al menos a crear un mecanismo aparentemente limpio para que pudiera robárselos sin llamar la atención.

No sabía López Obrador que Maduro es tan bruto, que ni la Guadalupe, ni Huitzilopochtli, ni la Virgen Nuestra Señora Santa María de Coromoto, patrona de Venezuela, ni el mismísimo Dios, padre creador de todo, si es que existió o existe, podían salvarlo.

No obstante, el robo de Maduro, ya no de las elecciones, sino de un país, al cual arrastra y compromete a todas las instituciones del gobierno, López Obrador, aparece formando un grupo con otros dos presidentes, Brasil y Colombia, que, sin echarle a Maduro contundentemente desde la primera, comienzan a hacerse los mediadores para dar fe a lo que pasó. Los tres fueron incapaces de sumarse al llamado internacional y aparecen con la variante mediadora de esperar al conteo de las actas para seguir confiando en una salida democrática. Maduro diciendo casi que no iba a contar nada, porque nada tiene, que ya era nuevamente presidente de Venezuela, sin importarle opinión de nadie, ni de los de adentros, ni de los de afuera. Reprimiendo y metiendo preso a su deseo, incluso a menores de edad, llamando fascista, terroristas a la mitad del mundo y estos tres presidentes seguían pidiendo tiempo para …, imagino que Maduro, con taladro y pintura pudiera fabricar la ficha del Dominó con la cual pegarse.

Al fracasar la negociación, porque Maduro no tiene lo que ellos están pidiendo que cuente y muestre y peor, se creo un circo donde el Tribunal Supremo de Justicia, al cual él dirige por atrás, pisando groseramente la constitución, ha fallado a favor de Maduro diciendo que contó y que todo había cuadrado, sin mostrar el conteo, ni el cuadre, ahora López Orador, se baja del autobús negociador y declara que México cumpliendo con su constitución y tradición, no tiene por qué intervenir, que no tiene ni tan siquiera por qué opinar, que eso es un problema de los venezolanos y que cuando resuelvan el asunto le avisen e inmediatamente comienza a ser el cuento de que cuando los españoles llegaron mataron a los indígenas, que el mejor tequila se fabrica en México, que cuando Perú estuvo envuelto en tal más cual asunto, que cuando a Evo se le expulso, o mejor, Evo se escapó de Bolivia para salvar su pellejo, que el tren que él mandó a construir que va al sur, etc., etc.., etc., cualquier cosa menos sobre Venezuela. López Obrador es un palo encebado por donde los periodistas con sus preguntas tratan de subir, sin poder avanzar ni un metro.

López Obrador, bajado del autobús, solo en una parada donde no hay ni asiento, a casi un mes de las elecciones, aún está esperando que Maduro cuente las actas de votación. ¿Se habrá visto mayor descaro?, ¿A qué actas se está refiriendo López Obrador que ni el mismo Maduro sabe dónde las puede conseguir? En cualquier momento Maduro le manda a decir, López, López, por favor, mándame las actas.

Las vueltas y el cantinfleo del presidente mexicano tienen el objetivo de seguirse pasando con ficha con relación al tema Venezuela. Se niega a reconocer a su amigo como ladrón y entonces es cuestionable en su honestidad.

Puede resultar increíble, un más que anunciado demócrata, que llegó por elecciones a la presidencia, que ahora tiene colocada a su sucesora, también por elecciones, que dice estar en contra de la represión, de la violencia, de la corrupción, imagino que, del hambre y la miseria, ahora frente a la negación de todo eso, no tenga los pantalones para sancionar. López Obrador que se auto nombra negado a la ingerencia extranjera, no tiene pantalones para hablar de la presencia cubana desde hace años de militares asesores al más alto nivel y ahora recién las elecciones, de soldados cubanos camuflajeados que están probadamente reprimiendo al pueblo venezolano. Parece que la única ingerencia que aprendió en la escuela fue la del gobierno norteamericano.

Nadie le está pidiendo que se vista de camuflaje y vaya personalmente a buscar a Maduro, sólo que sea capaz de decir: Bueno, este es mi amigo, me gusta como canta, admiro con lo bruto que es, el esfuerzo que ha hecho en el escenario político, pero, ahora, la cagó y no me gustaría pasar a la historia embarrado de mierda. Así de sencillo.

Debo suponer que López Obrador no tiene televisón y por eso no puede ver las imagenes de militares y policias en las calles, de granadas lacrimógenas, de arrestos sin órdenes, que parecen más secuestros, de casas marcadas con una X, tal como se les hizo a los judios, de asalto  y robos a casas y oficinas, de un pueblo tirado en las calles defendiendose con piedras. Pobre López Obrador, no es que sea malo, es que no tiene televisión.

López Obrador sigue diciendo con su ritmo tradicional: Mueeeeeetra las accccccctas, [silencio], muuuuuuuuestraaaaaa las benditas accccccccctas Ma du ro, [silencio prolongadoque quiero [silencio más prolongado] opinar y Maduro mira a sus más cercanos seguidores, incluyendo a su esposa, sobre la cual no logro definir si es humana o sólo una muñeca de goma sin baterías eléctricas para llevar de la mano y con cara de carnero degollado, pregunta:

¿Cilita, dónde estás Cilita, estás feliz, por favor, tu puedes decirme de qué actas me habla este?

sábado, 24 de agosto de 2024

582.- La política a veces se parece al deporte.

Viví casi 10 años en Lincoln, ciudad capital del Estado de Nebraska. Buen lugar, buena experiencia para conocer a Estados Unidos.

Nebraska, dentro de las cosas que orgullecen a sus pobladores, tiene dos equipos deportivos famosos, uno de voleibol femenino y otro de fútbol americano universitario que ha sido ganador, o sea, campeón, cinco veces durante su existencia. Si estás en Nebraska y no amas al equipo de fútbol, puedes buscarte un pequeñito problema con tus amigos, al cual yo escapaba siempre por mi condición de extranjero recién llegado.

De más está decir que el fútbol paraliza totalmente a Nebraska cuando se celebran juegos dentro del territorio. No existe nada más importante, no existe nada más urgente para una población que se moviliza y viaja desde todos los rincones a apoyar a su equipo.

El color escogido para los uniformes históricamente es el rojo, llamado chino, o sea, muy rojo y de verdad todos, incluyendo a los bebitos, lo visten con enorme orgullo, creo que más que el de la misma bandera del Estado.

El estadio del equipo de fútbol, recién remozado y ampliado, tiene capacidad para 93 000 personas, por lo que durante mi vida allí, tuve muchas posibilidades de comprobar lo que ese deporte y equipo significan. Con sólo ver el tráfico y las personas caminando, no puedes dejar de conocer que habrá un juego. Si vas al estadio y no tienes como vestirte de rojo, alguien te presta un pullover, alguien te da una gorra, alguien te regala una banderita.

Les dejo una foto cualesquiera de un día cualquiera donde en Lincoln, jugó el equipo de Nebraska, contra cualquier otro opositor.

¿Es difícil definir a quién apoya el público presente?, ¿Sería necesario sacar estadísticas, fotofinish, imágenes satelitales o especialistas en colores para entender cómo estuvo el público?

No, verdad. Está claro, clarísimo, ese día y todos los otros en que jugó su equipo, como mínimo el 99% apoyó al equipo de Nebraska.

Miremos otras fotos del mismo estadio, la política por momentos se parece mucho y se conduce como un deporte y ahora les diré imaginemos que puedo asegurar que las personas que apoyaban al candidato Edmundo González, representante oficial de la real líder María Corina para las pasadas elecciones todas estaban vestidas de rojo. ¿Sería muy difícil concluir a cuál candidato apoyó mayoritariamente el pueblo venezolano? Decir que los venezolanos votaron convencidos y alegremente por González-Machado es toda una Verdad de Perogrullo.

Más allá de las exigencias y propuestas de la modernidad, no hace falta computadora, conteos, boletas, observadores internacionales especializados, con sólo ver las calles de TODA Venezuela, más muchas calles de muchas ciudades del planeta, lo que se vivió, lo que se celebró, lo que los venezolanos se abrazaron y lloraron de alegría, es más que suficiente para conocer cuál de los dos oponentes principales resultó ganador. Pero además es fácil definir con seguridad, cual fue el ganador por mayoría arrasadora y aplastante.

Si nos arriesgamos a quitar los muertos que de seguro votaron, más los errores, más el entretenimiento, como en toda elección de cualquier tipo, todavía el ganador ganaría por mucha diferencia. Jamás quedaron empatados, ni tan cercanamente como para la duda.

Ni permitiendo votar dos veces a los maduristas, hubieran alcanzado los votos de los gonzalistas. Entonces Maduro no sólo perdió, sino que perdió bochornosamente, partiendo de que es el presidente actual, partiendo de que es el dueño de todo, partiendo de que lo único que tenía muy bien planificado era el ROBO.

Es más, si de los ocho millones de venezolanos que hoy viven fuera de su país, los cinco millones con capacidad de voto que fueron delincuentemente inhabilitados por el gobierno a ejercer su derecho a votar, todos de acuerdo con sacar al gobierno, con ellos sólo, Maduro hubiera perdido las elecciones.

Estoy convencido, cosa con la que NO estoy de acuerdo si se me preguntara, que, de volverse a celebrar unas nuevas elecciones, sin que Maduro pueda matar o apresar antes a más de la mitad de los posibles votantes opositores, Edmundo González volvería a ganar. No por bueno, no por exclusivo, no por más conocido, cosas que pueden ser aceptables además, sino, sencillamente porque el pueblo venezolano, en un porciento muy alto, viejos, jóvenes, negros, blancos, ricos y pobres, estudiantes y trabajadores, los de adentro y los de afuera, junto a los vagos que existen en cualquier sociedad, están totalmente cansados, o mejor, agotados del Chávez-Madurismo. Esa corriente de pensamiento y acción, que no sé de dónde sacaron el nombre de “Socialismo del Siglo XXI”, se ha tragado a Venezuela. La ha ido descuartizando y engullendo cruda.

Visto desde hoy, no hubo fraude en las elecciones venezolanas, fue peor, hubo un PLAN muy bien conformado desde mucho tiempo antes para TRAGARSE LAS ELECCIONES, que diera paso a otro PLAN mejor conformado para ROBARSE Y QUEDARSE, por supuesto, con el país entero. Que no quepan dudas. No seamos inocentes, a pesar de las acciones diplomáticas correctas, los llamados a la paz, la presión que se pueda hacer por las organizaciones internacionales, los mensajes de amor o censura, Maduro es un ladrón.

Es ingenuo pensar que por las buenas Maduro llegó a pensar que ganaría. Nada más ver la reacción de los venezolanos dentro y fuera del país, era muy predecible que perdería. Venezuela se movilizó contra un gobierno, dicen que, como nunca. Él sabía y entonces se dejó de concentrarse en su campaña y se dedicó a estructurar el plan para quedarse en el poder, porque como se sabe, el gobierno de Maduro se supone dueño de la constitución, de todas las instituciones, incluyendo al ejército, y, por supuesto, de las personas. Maduro ha estado todo este tiempo, tratando de, por un lado, demostrar seguridad y valentía, mientras seguro toma medicamentos para la diarrea, y por otro, tratando de ganar tiempo, cada minuto para él, experto ganador de tiempo, cuenta.

No le importa enseñar nada, no le importa convencer a nadie, no le importa que le crean dentro y fuera. No le importa aquello de la ética, la moral, la dignidad, lo correcto. Le importa permanecer en el poder, aunque para ello tenga que matar a la mitad de los venezolanos y no es que esté tan borracho con el cargo de presidente, las cámaras, las entrevistas y el paso a los libros de historia que, como sabemos, los gobiernos totalitarios no sólo escriben, sino imponen como únicos, los dólares, el oro, etc., lo que sabe es que la debe y lo van a ir a buscar; sabe que no va a tener dónde meterse. Aunque nos pueda parecer un tipo fuerte, alegre y convencido, realmente es un pobre hombre, indigno, pero pobre hombre que está cautivo dentro de una jaula de la cual se niega él mismo a salir. Prefiere seguir enrejado, porque es ahí donde único encuentra seguridad.

Días antes en diferentes momentos, en sus discursos vomitivos, declaró: “Vamos a ganar por las buenas o por las malas”, “Si me tengo que convertir en dictador, lo haré”, “Si tengo que convertir a Venezuela en un baño de sangre, la convertiré”. ¿Alguien puede decir que estaba interesado en unas elecciones libres y transparentes y además aceptaría de buena gana el resultado de ellas? Con sólo estás tres ideas, basta y es más que suficiente para irlo a buscar y sacarlo a la fuerza, a él y a, como “daño colateral”, todo el que se ponga en el camino. Es cierto, en Venezuela, hoy Maduro está matando a la vaca, pero hay otros muchos que les están aguantando las patas.

Las fuerzas democráticas del mundo, los venezolanos de afuera y adentro, los pacifistas como yo, incluso los vegetarianos y los defensores de los animales y las 44 categorías humanas que se han creado en dependencia de la orientación sexual, estamos desesperado por cogerlo por el cuello y arrastrarlo. Los no adictos a la violencia, como yo, queremos crucificarlo al mejor estilo bíblico o como hacían los romanos también, empalarlo y dejarlo al Sol, el empalamiento a la sombra es para los no tan malos. Maduro no merece menos, todo esto sin que cante, si sale cantando al mejor estilo de imitación de su “padre ideológico” Chávez, entonces antes me gustaría sacarle las cuerdas vocales.

Maduro es una falta de respeto a la humanidad. Cree que es posible, contando con los militares cara de perros que le sirven de telón, burlarse de todo y de todos y sigo pensando que, en esta ocasión, más temprano que tarde, se tendrá que ir por las buenas, si le dan el chance, o por las malas si se demora mucho en coger las buenas.

Ahora, pensemos más allá, porque Maduro y Venezuela es un caso muy específico. Pensemos en lo que significa la opción, sea dónde sea, que pretende con falsos discursos, poemas y canciones, eternizarse en el poder y auto entregarse un país entero. Ni el gran Orwell hubiera sido capaz de ver estas jugadas y de seguro hubiera escrito otra novela, llamada ahora, 2024.

Así empezó Cuba, con un Fidel Castro que no cantaba, de seguro era muy malo cantando, pero que, desde una posición muy humilde, hablaba de democracia y pueblo, hablaba de restituir las garantías destruidas por Batista y aseguraba que sus intenciones no eran políticas para nada. Muchos lo vieron como un mesías enviado sólo como salvador. Fin del cuento, más de 60 años de un gobierno comunista en el poder absoluto y la destrucción total de un país que no exento de problemas, era lindo.

No existe un cubano, que por sí solo sea capaz de listar todos y cada uno de los cambios, maniobras, promesas, idas y vuelta, limpiezas de todos tipos, que se hicieron y aun se hacen para mantener el poder, cada uno de nosotros sólo tenemos pedazos de la historia.

Fidel cansado y enfermo, levantó la mano de su hermano Raúl y al mejor estilo faraónico lo clavó en el poder, Raúl cansado y medio alcohólico, señaló con el dedo y clavó a Díaz Canel. Los tres sólo tiene una dirección para el amor, igual que Maduro, el pueblo. A veces pienso que pueblo debe ser el nombre que le han puesto a un perro o un gato que tienen, a veces pienso que pueblo es el nombre que le han dado a un cerdo que como mascota crían.

Muchos internacionales, que no son ciegos y que tienen muchas experiencias, siguen hablando de las actas y el conteo, quizás porque siguen un protocolo o porque, como en otras ocasiones anteriores, su misión sólo llega a eso. A muchos internacionales les cuesta trabajo aun llamar dictador, asesino, corrupto y ladrón públicamente a Maduro, quizás unos por asesinos, otros por dictadores, otros por corruptos y ladrones, pero al final, la verdad se va a imponer.

Yo, que soy partidario de la opción civilizada y pacífica, democrática y mayoritaria, propongo irlo a buscar y vestirlo de naranja, no le debe quedar mal el color.

Mientras más tiempo pase, mayor destrucción.







jueves, 22 de agosto de 2024

581.- ¿Qué es eto, un relajo? (*)

Hace exactamente hoy dos meses, publiqué un artículo bajo el título “El pueblo cubano que no sufre”, el cual por el formato de mi blog dejé sólo en una parte primera no anunciada como tal, para no hacerlo más largo y difícil de leer, recomendación que recibo a cada rato.

En ese artículo, partiendo del famoso y reconocido pueblo cubano que sufre desde hace ya muchas décadas, cuyos argumentos no voy a repetir, traté de anunciar al menos la idea de que dentro de esa misma Cuba reprimida, hay una parte represora, que ni sufre, ni lamenta, ni padece, ni le importa el pueblo, ni está dispuesta a cambiar nada, por más que los cambios no sólo son deseados, sino más que necesarios.

No hace falta ser muy inteligente para concluir, porque si se lleva más de 60 años dirigiendo bajo el mismo estilo, bajo el mismo partido político y casi bajo las mismas personas y los resultados no sólo son malos, sino desastrosos, pero, además, sin evidente plan para solución, es hora de cambiar algo. Para el caso cubano, menos la palabra Cuba, quizás el himno y la bandera, hay que cambiarlo y rehacerlo todo.

Dejé lo del pueblo cubano que no sufre, porque otros importantes sucesos se cruzaron en mi camino de auto relator, elecciones en Estados Unidos y el complicado caso no de las elecciones venezolanas, sino del brutal fraude y todas las acciones desatadas, incluyendo la represión, por el gobierno dictatorial y narco traficante de alguien que casi todo el mundo conoce como Nicolás ”MaBurro”.

Entonces volvamos a esa parte del pueblo cubano que no sufre, más allá de los "anónimos" batallones de militares uniformados y los de militares no uniformados, más los comprometidos ciudadanos que colaboran con el poder, a los cuales lo mismo da echar pa´lante al amigo, vecino, compañero de trabajo, que salir a la calle a dar golpes, arrastrar, gritar consignas, etc., y pasemos a un acontecimiento que me ha llamado la atención, precisamente no por increíble, sino por lo de burdo.

Es más que conocido y no hay que ser muy inteligente para concluir que sobre todo Miami es el lugar donde han venido a recalar muchos comunistas que hasta ayer fueron fieles apoyadores del gobierno cubano, nuestros padres, nuestros abuelos y para no dejar esto sólo a los viejos, muchos de nuestros jóvenes conocidos.

Miami, como ninguna otra ciudad del mundo, está llena de antiguos fidelistas, de exagentes de todas las seguridades cubanas, de dirigentes de todos los niveles, pero además de miles de excomunistas, de verdad o mentira, que colaboraron ciento por ciento con aquella construcción del hombre nuevo, para lo cual se dedicaron “furiosamente” a destruir todo lo que ellos consideraron viejo, incluyendo al mismo hombre. Sin contar, obviamente, cosa que no puedo demostrar en número, caras y direcciones, con las decenas y más decenas de personas que hoy todavía continúan trabajando para el gobierno cubano, los espías famosos son pocos, los que son muchos son los no famosos, al menos por el momento.

Decenas y más decenas de llamados comunistas, que, desde el poder, amamantados, declararon enemigo no sólo al imperialismo yanqui, sino al cubano que vivía dentro de él o quería vivir como él. Lista de cubanos que hoy, a pesar de la propagandizada “superioridad del socialismo”, suman millones.

Decenas y más decenas de cubanos que hoy se preguntan descaradamente quiénes fueron los que le hicieron todo aquello a Cuba, tal como si ellos no hubieran conocido o hubiera sido coprotagónicos. Fidel Castro, él sólo, no logró el desastre que se propuso. Cubanos que hoy, disfrutando de las barbacoas, las cervezas, embarrados de cátsup y mostaza y que piden una servilleta para limpiarse, caminando sobre confortables tenis y durmiendo en habitaciones con aires acondicionados, se preguntan: qué pasó, quién hizo todo eso, o se esconden detrás de una cara de inocencia infantil en el mismo momento que dulcemente se preguntan para otros, qué le ha pasado a mí Cuba, haciendo énfasis hipócrita en lo de mí, queriendo demostrar todavía que Cuba es de ellos y ahora les interesa. Decenas de esos cubanos que no han tenido la decencia de decir: si, metimos la pata, la cagamos, nos engañaron para que engañáramos, fuimos parte de todo aquello a conciencia, lo sentimos, nos arrepentimos, pedimos perdón, ofrecemos disculpas. No, todos esos cubanos, vivían en Marte y estaban ocupados con el desarrollo de la agricultura marciana.

Un acontecimiento que puede convertirse en récord del descaro y el bochorno, pero también de lo que se puede hacer frente a una política permisiva o por lo menos inepta.

Una jueza cubana, Melody González, llegó a Tampa, bajo el permiso de Parole Humanitario. No una exjueza, no una persona que trabajó hace años en los tribunales, sino una persona que salió del tribunal comunista, revolucionario, para el avión que la conduciría a los Estados Unidos.

Jueza cubana, que no en la década del 80, ni tan siquiera en la del 90, sino que, en fecha tan reciente como mayo de 2024, o sea, hace muy pocos meses, logró sancionar a cuatro jóvenes cubanos, todos con menos de 30 años, a privación de libertad en juicios demostradamente amañados, como siempre, dirigidos por la seguridad del estado. Show, como otros tantos, montados como obras de teatro, donde el guion, los actores y el público responden al mismo dueño.

Melody González, que no es el único caso, pero si el más llamativo y escandaloso, rata de barco que se hunde, ahora, así como de la nada, como si no existiera la memoria, como una acción sin consecuencias, pide asilo político en Estados Unidos, porque argumenta, ya sobre suelo norteamericano, que su vida corre peligro. Asilo político en el país y al gobierno que hasta hace escasamente tres meses declaraba su enemigo.

Nadie puede dudar que la jueza tenía que ser comunista, al menos formalmente, los cubanos sabemos que todos, exactamente todos los que ocupan esos puestos tienen que militar, pero además militar activamente en el Partido Comunista de Cuba y son trabajadores colaboradores con los intereses del Ministerio del Interior y todos sus departamentos creados para reprimir y contener a la población cubana. Melody acaba de sancionar a jóvenes cubanos que sólo querían vivir como ella quiere vivir ahora, con mas méritos, ellos están en Cuba, ella ha huido a los Estados Unidos, el eterno enemigo.

Muchas preguntas se pueden derivar, entre ellas la de cómo el gobierno cubano la dejó salir, sólo recuerdo que casi salió del tribunal para el aeropuerto, porque hasta cierto punto es fácil falsificar papeles y responder preguntas para las autoridades norteamericanas, pero violar todos los procedimientos bien aceitados del gobierno cubano, donde el último paso está totalmente controlado por la seguridad del estado y alguno de sus departamentos, es casi imposible. Melody no salió en lancha, no se colgó de un papalote, no viajó por la selva de incógnita, no utilizó el pretexto “inocente” de ir a ver los volcanes de Nicaragua, no utilizó tan siquiera el mismo método de Alina, la hija oculta de Fidel Castro. Melody, en “franca libertad” se compró un pasaje, obtuvo un permiso de salida y abordó por la puerta X del aeropuerto internacional cubano, delante de la cara de las decenas de miembros del MININT que allí trabajan. Se sentó en el asiento comprado, tomó su cafecito o comió su caramelito y aterrizó, nada más y nada menos, que en el enemigo jurado.

Esto es para bobos. ¿Errores increíbles, conspiración y corrupción, la dejaron salir para formar líos, la mandaron?, ¿Cómo se escapó Melody de la llamada isla cárcel, con un sistema diseñado a punta de lápiz, al detalle, para limitar la entrada o salida de personas, por ejemplo, que han escrito un mensaje en su Facebook o han asistido a una marcha en Singapur a favor de que no haya apagones en Cuba?

Es bochornoso, pero humanamente entendible si nos ponemos en el lugar de la rata. Melody y sus asesores, familiares o no, se pueden estar diciendo y por qué no. Las calles norteamericanas están llenas de otros Melody, de aquellos que hicieron sufrir y hoy no sufren. Y por qué no yo, se debe estar diciendo Melody, si al final allí está la viceministra, el presidente, el mayor del ejercito o de la seguridad, mi antigua jefa del partido comunista, el que venía a “cuadrar” los juicios, etc. Yo sólo sería una más de las que luego de desayunar croquetas cubanas, huevos, pastelitos de guayaba, leche con chocolate, después de haber perdido la memoria, me preguntaría, qué le han hecho a mí Cuba.

Melody y sus asesores deben estar apelando a la idea del mejor aliado, el propio gobierno norteamericano, que hoy vive metido en una piscina de miel de abeja. Ella que disfrutaba de los muchos o pocos beneficios de su cargo, los cubanos sabemos que al menos el de la impunidad le tocaba, dirá: yo no he hecho mucho de malo, de la lista enorme de sancionados que tengo en mi espalda, estos últimos que sancioné, a los que tampoco pedí pena de muerte o cadena perpetua por los buenos sentimientos que tengo, me gustan los gatos, fueron a jóvenes marcados por la seguridad del estado, ella me “presionó” y ahora quiero acogerme a la condición de refugiado político con todos sus privilegios porque ahora, luego de llegar al aeropuerto de Tampa, descubro lo malo que es el gobierno comunista cubano.

Humanamente entiendo a la rata, por qué ella no, sólo está tratando de huir del barco, frente a un gobierno embadurnado de vaselina y un supuesto pueblo, el cubano, que no tiene memoria. Melody está jugando al azar, la suerte es loca y a cualquiera le toca, dirá. Esto es peligroso, cada día que pasa sin tomarse una decisión definitiva sobre este asunto apelando ahora al complicado sistema judicial norteamericano, puede lograr que se esté mandando un mensaje de que esto es un relajo, no sobre el gobierno norteamericano de turno, sino sobre los propios Estados Unidos.

Hace muy pocas horas, otro alto funcionario del gobierno cubano, muy allegado, dicen, a Fidel Castro y todos los cubanos sabemos lo que esto significa, ahora anciano, acaba de aterrizar camuflajeado detrás de una mascarilla y una gorra calada hasta los ojos, en el aeropuerto de Miami. ¿Será eto un relajo?

Otro comportamiento es posible. Los pueblos tienen que defender su memoria. Alegría.

El Tribunal Federal de Justicia de Alemania, que, desde hace ya una década, ha ratificado que los crímenes de lesa humanidad no prescriben o caducan, que basta con haber sido parte del sistema represivo nazi para ser culpable y que retoma o respalda la filosofía judía-alemana de que no existe un derecho a obedecer, ha sancionado a Irmgard Furchner, de 99 años, por haber colaborado con el nazismo. Por su avanzada edad, no irá a cárcel, pero su sanción hace justicia, al exponerla al mundo y vincula para siempre su nombre a la historia del mayor asesinato y agresión para exterminar a parte de la humanidad, al menos en nuestros días, los campos de concentración.

Furchner con 18 años, trabajó desde 1943 al 1945, como secretaria de Paul Werner Hoppe, jefe de Stutthof en Polonia, primer campo de concentración fuera de Alemania, por donde pasaron más de 110 000 detenidos, judíos, comunistas y prisioneros de guerra. Simple papel de secretaria en apariencias, cuyos defensores han tratado de maximizar con aquello de que sólo cumplía órdenes, que la llevó a manejar en sus dos años de trabajo, por lo menos la información de 19 505 personas, divididas en los que fueron asesinados y los que tuvieron la suerte de sobrevivir dentro del campo. Es bueno decir que frente a lo que estaba viendo y viviendo, la Furchner se ve contenta en todas las fotos en las que aparece. Sonríe.

Muchos militares que trabajaban en los campos de concentración y otros civiles huyeron frente a la derrota de Alemania y la entrada de los aliados. Muchos se refugiaron sobre todo en América del Sur, donde con el tiempo fueron identificados y presentados a la justicia y a la humanidad, pero muchos también escaparon y por el tiempo que ha pasado, deben haber vivido, si no en paz, al menos en libertad. Irmgard Furchner fue uno de ellos.

El caso de Irmgard Furchner, dice que los pueblos no pueden perder su memoria y repito lo que siempre digo, basado en la teoría de Simon Wiesenthal, no se trata de venganza, es sólo un tema de justicia. Ahora Furchner es una anciana que tiene el mérito grande de estar viva casi a los 100 años, no sería justo agredirla físicamente, no sería justo quitarle la comida, las medicinas y hacerla morir por adelantado, no sería justo torturarla, porque incluso puede haber vivido, no lo sé, torturada por ella misma y escondida, lo que ya significa mucha tortura, pero Furchner no nació con 99 años, no vivió en Marte como parece que vivieron muchos cubanos. Ella voluntariamente colaboró, se aprovechó y hasta lo puede haber justificado a partir del disfrute personal. Sonreía para las fotos. Ella formó parte del genocidio nazi, ella llevaba las listas de los que entraban a aquel campo de concentración y luego de los que morían por enfermedades o exterminios masivos. Ella sabía más los detalles que el mismo Paul Werner Hoppe, jefe del campo. La derrota de Alemania la coge trabajando allí, no estaba en Marte.

Los pueblos no pueden perder su memoria y los culpables de daños tienen que pagar. No significa salir a cazar a todos, la cacería desmedida también es mala y tendríamos a lo mejor que cazar a alguno de nuestros familiares, significa poner el ojo como pueblo, sobre todo en aquella parte del pueblo cubano que no sufre porque reprime o colabora con la represión en las calles, la tortura física o psicológica en las prisiones o sus similares, muchas veces disfrazadas de casas de vecinos.

Los cubanos sabemos lo que significa la frase real o inventada de “yo vine como cocinero”, porque es cierto en toda guerra hay personas que no están vinculados directamente a los hechos de fuego, cocineros, religiosos, paramédicos o médicos, algún que otro poeta o músico, personal administrativo, etc., pero ni los militares, ni los cocineros están obligados, porque no existe ley que los obligue a atentar contra la humanidad.

Yo estaba como cocinero puede ser ahora la idea de la cubana Melody e incluso de la alemana Furchner, o sea, yo estaba allí pero no sabía nada, no vi, nadie me comentó, yo sólo cumplía órdenes superiores. La señora de 99 años no se defendió, sólo pidió disculpas a los muertos y sus familiares y declaró que lamentaba haber estado allí. La jueza cubana que hace sólo tres meses acaba de sancionar a cubanos por sólo pedir libertad, que están en cárceles, que ni se ha disculpado por eso, ha pedido asilo político para vivir en libertad en los Estados Unidos.

 

(*) Relajo.

Para los no cubanos, según la Real Academia, significa desorden, desbarajuste, confusión, holganza, laxitud en el cumplimiento de las normas.

Para los cubanos, según los cubanos, significa casi siempre un gran reguero, un gran descaro, una hipocresía o burla.  

viernes, 16 de agosto de 2024

580.- Paupérrima negociación frente al fraude y el robo.

Sigo pensando en Cuba.

Yo no entiendo mucho cómo funcionan las relaciones internacionales entre países y en medio de esto, las organizaciones internacionales inventadas y mantenidas para organizar el funcionamiento de los gobiernos o al menos asesorar, evaluar o sancionar cualquier forma de gobierno fuera de los estándares modernos, o sea, dictaduras, asesinatos o masacres masivas, robo de elecciones, etc. y que por momentos su actuación sea sólo un pote de gelatina.

A raíz de los sucesos de Venezuela, donde el actual presidente Maduro, aceptó realizar unas elecciones “libres, transparentes y democráticas”, en realidad plagadas de trampas y el seguro, evidente y vulgar robo del resultado de esas elecciones lo que trata de prolongar a Maduro en el poder, el mundo interesado se ha polarizado. Imagino, como todo, que existe una parte del mundo, que no sólo no le interesa el tema o tienen muchos problemas propios a resolver como para dedicarse a otras cosas, sino que no sabe dónde está Venezuela.

Latinoamérica, área geográfica que no puede deshacerse de Venezuela, ya no por el sentimiento democrático y toda la teoría “chueca” alrededor de él, sino porque está recibiendo directamente las consecuencias de lo que está pasando en Venezuela con la salida de ciento de miles de venezolanos que hoy paran en países como Colombia, Argentina, Chile, Perú, Panamá, se viene manifestando en dos bloques destacados. El primero sanciona a Maduro, reconoce el fraude salvaje y descarado y declara al presidente electo por una abrumadora mayoría de casi tres veces de votos, Edmundo González y llama a una transición pacífica donde Maduro entregue y se largue, al menos del gobierno. El segundo que se ha mostrado como negociador, está pidiendo que se cuenten las actas, que aparezcan los votos, que se abran las cajas de votos, etc., etc., etc., como para no quedarse atrás, pero no ser tan crudo como los primeros.

Hay quien incluso dice que se deberían declarar nulas las elecciones y realizar otras nuevas, opción posible manejada en secreto por el madurismo, así como para darle una nueva posibilidad a Maduro para que corrija los posibles defectos y errores del fraude y haga un fraude mejor o perfecto, sobre el cual no se pueda objetar nada. Los supuestos amigos, amigos, están callados públicamente, imagino que Rusia, China, Cuba por supuesto, tengan conversaciones en privado con el narco, dictador, tirano, ladrón y brutísimo Nicolás Maduro.

En realidad, a decir de la oposición interna, decenas de políticos y expolíticos del mundo, incluyendo a expresidentes, organizaciones internacionales especializadas en elecciones presidenciales, la OEA, ahora finalmente la ONU y yo, Maduro no hizo un fraude, lo que significaría que uno que otro muerto votara, uno que otro cambio de votos en determinado colegio electoral, la compra de votos a boca de urnas, etc., o sea, lo típico de las elecciones en muchos países, sino que Maduro a la cara se ha robado las elecciones, jugada cantada desde muchos días antes de que estas ocurrieran. Literalmente Maduro es hoy la oposición ilegal al presidente legal elegido por el pueblo, el Sr. González.

Todos aquellos que están a estas alturas todavía pidiendo un conteo de actas que no se han visto porque el órgano responsable, CNE,  jamás las ha presentado y no las va a presentar porque no tiene como fabricar el triunfo a través de ellas, todos los que dudan, todos los que ahora, modernísimos democráticos, están pidiendo que se realicen nuevas elecciones para que Maduro se las vuelva a robar, están practicando una doble jugada, están apostando a ambos jugadores, sin quemarse con los dos grupos, por un lado Maduro y sus altos militares y por otro, venezolanos e incluso internacionales que se han ido aliando u organizando. Se muestran como los más limpios y transparentes de todo el proceso y no reconocen el triunfo de la oposición, no sancionan a Maduro y se plantean, a estas alturas, una película de Hollywood.

Es tal como que mi nadador, mi corredor, mi cantante, no ganaron la competencia, a pesar de haber competido bajo las reglas aceptadas por todos, incluso el público y entonces yo, apelando a mi carácter de organizador poderoso, suspenda el evento, lo declare ilegal e inadmisible, apele a cualquier cosa para demostrar la ilegalidad de los ganadores, por ejemplo, el corredor estaba pelado muy bajito lo que le garantizó tener menos resistencia al aire de frente, el nadador no había desayunado en la mañana, lo que lo hizo más liviano, el cantante estaba vestido con ropa más holgada lo que le permitió expandir más sus pulmones y trate de repetir la competencia, donde, probablemente, para evitarme futuros problemas, no deje competir a estos ganadores porque no les gusta el brócoli o al corredor le ponga un casco de plomo y una armadura medioeval, al nadador lo amarre con una cadena a la salida y al cantante, bueno al cantante le quite el audio y le abra un hueco en el escenario.

Maduro habla de fascismo, terrorismo, llama monstruos a los opositores, expulsa a políticos y diplomáticos internacionales, mete preso a todo el que le da la gana sin tan siquiera una orden de aprensión, incluyendo a periodistas oficialmente acreditados, trabajadores sociales, políticos de barrios y pueblos, reprime, alardea con las cárceles que tiene y sobre todo con el número de prisioneros logrados y a lograr como si estuviera planificando la producción de caramelos, mete preso a menores de edad, desaparece a opositores, desconecta las redes sociales dentro de Venezuela, impide la consulta de páginas web, se mofa de presidentes actuales en ejercicio en sus países, incluyendo al presidente de los Estados Unidos, que ya es mucho decir y actúa como si nada hubiera pasado, habla de paz y ahora de desarrollo, precisamente ahora de desarrollo. Se reúne con jóvenes “emprendedores” y halaga públicamente a un bien intencionado exportador de flores, que todavía no ha exportado una, diciendo que esta actividad puede sustituir lo que el petróleo debería garantizar. Las dosis de chovinismo madurista han roto todos los récords humanamente entendibles. ¿Cuántas flores habría que exportar para sustituir un tanquero de petróleo? Eso me recuerda la propuesta, más la acción alocada de Fidel Castro de enfrentar el turismo, al cual llamó “la locomotora sin humo” de la economía cubana a la industria azucarera con cinco siglos de experiencia. Hoy Cuba sin azúcar, sin locomotora turística, sólo con humo y poco.

Los venezolanos siguen luchando dentro y fuera de Venezuela y el mundo observa, se reúne, da tiempo, dice que se está negociando con llamadas secretas, etc. Maduro, bien asesorado, siguiendo el manual de procedimientos, elaborado quizás por Fidel Castro y Hugo Chávez para tiempos difíciles, gana tiempo y se mantiene en el Palacio de Miraflores, imagino que en el bunker que se debe haber construido. Se muestra valiente y alardea detrás de micrófonos y delante de militares que le sirven de telón o pared de fondo, habla de “mano de hierro”, porque en realidad tiene miedo.

Los venezolanos han tumbado las estatuas de Chávez, que como símbolo del poder visten a Venezuela y todos sabemos lo que significa la caída de los símbolos, o sea, que el pueblo espontáneamente salga a destruir monumentos del poder político de gobiernos represivos. Ejemplos existe muchos, Cuba y el final de la dictadura de Machado en 1933; Cuba y el derribo de las estatuas de todos los presidentes de la etapa republicana a partir de 1959; el más que famoso Muro de Berlín en 1989; el derribo de las estatuas de Lenin, Stalin y otros, en varios países exsocialistas europeos a partir de 1989. Los monumentos para homenajear a Chávez que hoy todavía existen, es porque están protegidos por tropas maduristas, más que las propias unidades militares. Maduro habla de vandalismo lleno de ira, el pueblo muestra su cansancio y rechazo. Cuando un pueblo sale a tumbar las estatuas y los símbolos del gobierno, no como acciones aisladas de delincuentes, sino como disfrute popular, no hay que ser muy inteligente como para concluir que todo lo que ellas significan, no es querido. No hace falta esperar por el resultado de las elecciones.

Tres fuerzas en un bloque negociador.

Desde el primer momento, han existido tres países, México, Colombia y Brasil, que se han mostrado interesados, no en sancionar a Maduro o reconocer el triunfo del Sr. Gonzáles, sino en aparentar una mediación para encontrar una solución pacífica y próspera para Venezuela, a todas luces con Maduro presente.

López Obrador, Petro y Lula da Silva, tres personajes muy cercanos a Chávez y Maduro, personajes amigos personales del gobierno de Venezuela de estos últimos años, porque precisamente ellos cuatro junto a Nicaragua, la antigua Bolivia, forman parte del mismo eje de izquierda dentro de la América Latina, eje del invento aparentemente nuevo llamado socialismo del siglo XXI, de ese mismo socialismo que lo único que ha hecho es instalarse bajo promesas, transformar los países a su conveniencia y eternizar la miseria para los pueblos.

Hasta ahora mismo, esos gobiernos, junto obviamente a la altísima injerencia cubana como asesores y ejecutores, porque los rusos y chinos públicamente no aparecen, han mantenido al gobierno venezolano, a sabiendas de todos los desastres y fraudes cometidos durante muchos años, a sabiendas del gran éxodo migratorio de los venezolanos, a sabiendas de la pobreza, lo que pasa es que esto es tan groseramente evidente que entonces, tratando de dar tiempo a Maduro se la han agenciado como buscadores de una solución. Saben lo que está ocurriendo, saben que Maduro fracasado, ha cometido un enorme fraude electoral, para continuar robándose un país, se hacen los bobos hablando de democracia y se pasan con fichas y quieren todavía, darle un voto de confianza al delincuente Maduro, con algo que ellos indican como probables negociaciones. No contentos con que Maduro se haya robado las elecciones, las actas, las cajas, los cuños y las firmas, pretenden darle otra posibilidad para que lo haga mejor. ¿Es entendible la propuesta de negociación con un delincuente nacional, acusado y buscado por delincuencia internacional?

México. Con el paso de los días el descarado presidente casi saliente de México y su prolongación, la nueva electa presidenta para dentro de pocos meses, pues se bajan del carro latinoamericano sancionador o negociador y dicen que no tiene nada que ver con el asunto, que los mexicanos no tienen tan siquiera que opinar sobre lo que está pasando y define que desea una solución pacífica a las controversias dentro de Venezuela. ¿Controversias? Se puede llamar controversia a lo que está pasando.

El presidente de México, con tal de no sancionar a su amigo Maduro, se sale del bloque negociador y ahora dice que no tiene por qué opinar. Es increíble que una persona que llegó al poder por elecciones y que ha logrado que una continuadora próximamente ocupe el puesto de presidenta por elecciones, hoy se niegue a reconocer el fraude. Se abstenga de decir, pasado casi 20 días, que el gobierno no tiene las actas, que los órganos del gobierno están comprados, chantajeados, amenazados, pagados por Maduro y sin argumentos, porque no los tienen, lo pretenden eternizar en el poder apoyado o mantenido por los altos militares, más que señalados como corruptos. López Obrador asegura que hay un poquito de violencia en Venezuela, sólo le faltó decir que todavía es buena, porque la violencia no estaba “desbordada”, tal como si hablara de hervir la leche. ¿Cuántos muertos, detenidos, desaparecidos y torturados tiene que haber para definir cuándo la violencia se desborda?

¿Puede López Obrador decir que no sabe nada de todo esto? López Obrador, es un viejo político lo que quiere decir camaján, con su carita de abuelito azteca sabio y lentitud al hablar, está tan enajenado y es tan delincuente como Maduro. ”Dime con quién andas y te diré quién eres”, asegura el antiguo y sabio refrán.

Brasil y Colombia. Si algo no se puede dudar es que Lula da Silva y Petro son amigos de Maduro y han tratado y tratan de tirarle un cabo. Los tres se gustan.

Ellos están tratando de negociar, dicen, y proponen la posibilidad de varias salidas: un gobierno de coalición con la llamada oposición o Maduro puede convencer al pueblo y convocar a unas nuevas elecciones.

Si estos son los negociadores y el pueblo venezolano espera por una solución, Dios los coja confesados. Veamos las dos variantes.

Ahora que el gobierno de Maduro perdió por mucho unas elecciones que él mismo organizó y aceptó hacer, a Lula se le ocurre llamar a un gobierno de coalición donde se invite a los opositores a participar. No se le había ocurrido esto antes a Lula, es la solución del derrotado, no puedo contigo, entonces trato de aliarme. Tremendo político negociador.

¿Se podrá poner a dirigir a Dios y al Diablo juntos?, ¿Cómo?

Cómo esperar que Maduro que ha llamado a la oposición terrorista, fascista, que tiene a muchos detenidos, incluso a menores de edad, muchos sin paradero conocido, que ha emitido órdenes exprés, así de su propia inspiración como si declamara unos versos sencillos, para cazar a todos los que les de la gana, incluyendo a María Corina y a Edmundo González, que está acusado de narco presidente y su cabeza tiene un precio internacional, pueda ahora decir, bueno, borrón y cuenta nueva y vamos a compartir el gobierno. Yo me quedo con la cocina, el cuarto, te cedo el patio, el portal, quizás una de las ventanas, vamos a desayunar juntos. Aquí no ha pasado nada.

Cómo esperar que María Corina, heroína venezolana con muchos años de oposición, perseguida, torturada al menos psicológicamente, separada de su familia, tratada de anular como ser humano, que ha unido a un país entero, que ha logrado que más del 90% de los venezolanos que no creían en elecciones, salieran a votar, que ganó unas elecciones por mucho, con más de tres millones de votos a su favor, a la que el pueblo reconoce como honesta, sincera, valiente, que ha dedicado la ultima parte de su vida a enfrentar, sin ningún tipo de garantías, a Chávez y luego a Maduro, hoy acepte la propuesta cochina de participar en un gobierno de coalición aceptando sentarse en la misma mesa de gobierno o desayuno con Maduro.

Cómo esperar que se traicione así a un pueblo que votó por sacar a Maduro porque está cansado de él, de su socialismo del siglo XXI, de toda la politiquería, del recuerdo de Chávez, pero más, del hambre, la miseria, la desesperanza, la separación, etc.

Nada más a Lula y Petro se le puede ocurrir la idea de dar por anuladas estas elecciones y proponer realizar otras para que Maduro pueda ganar tiempo y volvérselas a robar y si no gana, pues realizar otras elecciones que Maduro de seguro se pueda volver a robar, así hasta que los venezolanos se cansen, se vayan del país y el dictador se quede, solo, pero contento. Cálculos que tienen hechos, de seguro capítulo 14 del manual de la experiencia cubana.

Es como permitirle a Hitler que, al no ganar la guerra, se tomara unas vacaciones y volviera a empezar otra nueva guerra mundial, donde poder rectificar sus errores. Sería como volver a colocar a Batista en su gobierno para que el pueblo cubano comenzara de nuevo una revolución. Sería como decirles a los revolucionarios franceses que no tomaran la Bastilla y no comenzaran la Revolución Francesa y permitieran que el feudalismo continuara, al final los castillos son lindos. Sería como entregarle lo que es hoy Estados Unidos totalmente a los nativos, porque al final ellos son los verdaderos padres fundadores o a España que fue el primer país en llegar o quizás a los vikingos, pues puede haber evidencias de sus contactos anteriores.

¿Hacer una nueva elección? Pero qué se creen hoy estos políticos. Las elecciones ya fueron, con todo lo que tenían en contra, que fue mucho, los opositores, no ganaron, sino que dieron una paliza a Maduro y su combo, Venezuela soñó que la libertad era posible a partir de la opción pacífica de las elecciones y se lanzó a las calles a votar, ha quedado evidenciado un gobierno corrupto que apela a cualquier maraña para mantenerse en contra de la mayoría de la voluntad popular, Maduro reprime y a los negociadores sólo se le ocurre que se repitan las elecciones, tal como se puede repetir una escena en una película que se está filmando.

 A los negociadores les cuesta trabajo reconocer la derrota de su aliado, están comprometidos, entonces se las arreglan para conceder tiempo al fracasado, poner en dudas su derrota y no reconocer al ganador, al decir que no tienen el resultado final oficial del conteo de actas, cuando es más que evidente que Maduro tiene comprado a los órganos del gobierno y que no va a contar nada.

Estos negociadores no sólo sobran en su paupérrimo papel, sino que merecen ser sacados de sus puestos como presidentes, porque son más gestores de granjas de supuestos animales. Sería mejor que hubieran apoyado absolutamente al dictador. Hubiera sido una opción descabellada, pero más honesta, que este doble juego que tienen armado, pidiendo más tiempo, confianza y garantías para el fraude.

martes, 13 de agosto de 2024

579.- Probablemente más influencia del reggae y el cannabis y el curry auténtico más barato.

Más allá de republicanos y demócratas, no creo o me niego a aceptar que este país pueda votar por Kamala Harris para presidenta, aunque la historia dice que cualquier cosa puede pasar, los pueblos tienen corta la memoria. Hemos llegado a tal momento que ahora Kamala Harris, con su pelo estirado y casada con un blanco judío norteamericano, descendiente de Jamaica y la India, es promovida, por los creadores de imágenes, con mucha fuerza, como afroamericana, a lo que ella ha aceptado muy convenientemente.

De haber sido Kamala una cara nueva, sacada de un sombrero de mago, fuera entendible, los demócratas tienen que defenderse para seguir en el poder, pero es que la Sra. Harris es la vicepresidenta del actual gobierno, o sea, corresponsable del desastre que hoy tenemos.

Digo corresponsable porque ella está emplantillada como oficial, pero en realidad hasta hace muy pocos días, ni los mismos demócratas se acordaban de ella.

Una parte de los demócratas lucharon por mantener a un desgastado Biden para correr a las próximas elecciones y otra parte apuntaba a cualquier otra persona. Es increíble que uno de los nombres más mencionados fuera el de Michelle Obama, que no es una figura política, sino que su experiencia como abogada y quizás trabajadora social, estuvo aumentada por ser en dos periodos la Primera Dama del presidente Barak Obama. La Obama es por mucho, mucho más popular que la Harris, sólo que la primera se negó públicamente varias veces a correr por el puesto político, de haberse prestado e interesado, a la Harris no le hubiera dado ni el Sol.

Kamala Harris, la cual no debe saber cómo ha llegado a dónde está, debería sentirse simplemente abochornada porque nadie se había acordado de ella. Su carrera ahora dependió de una petición del bajado Biden, creo que, con la magistral experiencia basada en el refrán popular, “del lobo un pelo”.

Los más conocedores dicen que a Kamala como vicepresidenta, se le asignaron tareas de menor responsabilidad, como asistir a bodas, entierros, celebraciones en nombre del presidente, o sea, desde el punto de vista de gobierno, casi nada. Lo cierto es que casi no la vimos ni hablar.

Se le asignó también, como tarea muy honorable, el tratar de resolver el tema agudo de la frontera sur, o sea, la enorme entrada, sin mucho control, para no decir que por momentos y en determinados puntos, sin ningún control de latinoamericanos, pero además de rusos, chinos, árabes, caribeños, etc., y por allí no se portó. Recuerdo que frente a una pregunta sobre este tema que le hiciera un periodista, ella respondió que era cierto, que no había visitado la frontera, pero que tampoco había ido a Europa, o sea, quitándole importancia o tirando a mierda el tema, uno de los temas por el cual están pidiéndole la cabeza a su gobierno.

No tengo ideas de cuál va a ser el programa que ella va a anunciar, ya no para el pasado, el pasado como todos los pasados no tiene solución, sino para el futuro de cuatro años del país, porque ella misma aun no lo ha hecho, pero tendrá que ser muy excepcional, porque no podrá quitarse de arriba el peso del fracaso porque ella es aún la segunda. Va a tener que además de expresar un plan muy bien elaborado, practicar algo de magia para pintar el escenario creíble.

  • Tema frontera sur, sigue en candela, junto con todos los programas de la llamada inmigración organizada que el gobierno Biden – Harris han propuesto: el famoso Parolle Humanitario, el CBP One, etc. Se acaba de comprobar un enorme fraude en esto y ellos son los responsables. ¿Lo vieron y no lo pararon? Responsables. ¿No lo vieron? Peor. Responsables.
  • El alto costo de la vida que hoy los que aquí vivimos estamos pagando, por sólo citar uno, hace poco tiempo en determinadas regiones del país se llegó a pagar 12.00 dólares por un galón de gasolina, yo llegué a pagar 7:00 dólares viviendo en el estado petrolero por excelencia. Hoy han bajado, pero ni pensar en los precios de antes de los demócratas, sigue el combustible inexplicablemente caro y, por tanto, todo lo demás está caro, los huevos, la leche, la carne, etc. Para el norteamericano promedio, o sea, yo, adicto a la carne de res, con una tradición enorme de consumo sobre ese producto desde los indios o nativos americanos y los famosos búfalos, nombrados tatankas por los primeros padres fundadores antes que llegaran los segundos padres fundadores, hoy comerse un pedazo de carne de res es todo un logro o victoria.
  • Para qué hablar de la explosión hacia arriba de, por ejemplo, los precios de las casas y los automóviles. Los americanos promedio declaran que no los pueden comprar o están obligados, junto a intereses de banco, más intereses de la propiedad, etc., a pagar de por vida una cifra absurda por una vivienda o un auto común.
  • Niveles de asesinatos, atracos, robos, por los cielos. Lugares o ciudades del país, donde las leyes permisivas han definido que robar productos por valor de 400, 500, 600 dólares, no es robar y por tanto los “supuestos” ladrones, no lo son. Van libres a la calle.
  • Policías maniatadas, a veces con miedo o cierta frustración, en desventajas de número, tecnología y con una enorme lista de protocolos a cumplir para enfrentar o acabar con el crimen organizado.
  • La destrucción, a tal punto que parece consciente, de muchos estados y ciudades del país, por sólo citar algunos, el estado de California con Los Ángeles y San Francisco incluidos, New York, de donde las personas están huyendo porque la vida tranquila se ha acabado, los precios por el cielo, la droga al pecho, los “homeless” aumentando, la delincuencia campeando por su respeto, muchas leyes permisivas. Tema complicado, que ha terminado por exacerbar nuevamente el sentimiento separatista o independentista de Texas, lugar donde vivo. Texas republicana se niega a seguir formando parte del desastre demócrata.
  • Locura a la cual hemos llegado con los “derechos” de todo los locos que reclamen derechos, que van desde una persona con pene, más tetas implantadas y consumo de hormonas que quiere ser considerado como mujer, adoptar niños y orinar en los baños femeninos, personas que se consideran gatos, caballos o hipopótamos y exigen ser considerados y tratados como tal, hasta teorías de que los padres no deberían tener autoridad sobre sus hijos niños o adolescentes, teniendo que permitir que sus hijos niños o adolescentes se sientan como camellos o ardillas sin poder ubicarlos. Movimientos de mujeres que enseñan las tetas y manchan de rojo a muñecos de goma, como símbolo de feminismo que hubieran ruborizado a la mismísima Rosa Park o personas que para llamar la atención agreden a esculturas, pinturas y monumentos que son símbolos del desarrollo humano, por tanto, propiedad y orgullo de todos.
  • Población de inmigrantes sin control, primero a los que hay que mantener: comida, hospedaje, atención de salud, medicinas, escuelas, atenciones espirituales; segundo, la llegada, enmascaradas dentro de los necesitados buenos, de la gran delincuencia profesional y el aumento del tráfico de droga, armas y humanos, incluso con la presencia de bandas organizadas de reconocimiento internacional. Miles de millones de dólares que se han desviado en detrimento de otras acciones. La inmigración es buena, yo soy el resultado de ella, el reguero en este tema y ciento de miles de personas dando vueltas aquí adentro, es un gran problema para cualquier país y lo que hemos tenido es un reguero padre. Biden y Kamala responsables.
  • Creo que lo más importante de lo importante, Estados Unidos como país ha perdido su papel protagónico, ha perdido respeto, cualquiera hoy se burla de él. Estados Unidos con sus fracasos internacionales ha perdido presencia y autoridad, empezando por los países del patio o más cercanos, Latinoamérica, que conspiran, sino en destruirlo, por lo menos en deteriorarlo, seguidos por la Rusia imperialista de Putin y la China comunista. Los temas de Ucrania – Rusia, Israel y Palestina con Hamas y el terrorismo, más Irán metido en todo esto, son tres dagas en el cuello de este gobierno, el que parece no darse cuenta o se está haciendo el “chivo loco”.

Ahora Kamala, por supuesto, va a prometer resolver ella, todo lo que no se resolvió en sus cuatro años de vicepresidencia. Ella tendrá que prometer que dejará de asistir a cumpleaños, bautizos y muertes. Ella tendrá, quizás muy cuidadosamente, echarle la mierda arriba a Biden, digo cuidadosamente porque el sólo hecho de soñar ella con la presidencia y verse ella como primera mujer y además primera india-jamaiquina-afroamericana sentada en la silla principal del Salón Oval, se lo debe a él, porque entre sueños dulces y sueños agradables, debe recordar que de ella nadie se había acordado.

Quisiera creer o mejor estar convencido de que este país no va a salir a votar masivamente por Kamala Harris, pero nadie sabe, tal como muchos aseguran, los pueblos solemos tener corta la memoria.

A lo mejor logramos más influencia del reggae y el cannabis en nuestras vidas y el curry auténtico se comienza a vender más barato.