jueves, 31 de octubre de 2024

594.- Comentarios y preguntas inteligentes a cinco días de la elección.

Si seguimos atacándonos, si seguimos buscando y buscando hasta el más mínimo detalle incluso en el lejano pasado para denigrarnos, si continuamos apelando a definiciones fatales para cualquier ser humano hoy como la de llamarlo fascista, racista, negro puro o adoptado, blanco de cuello rojo, etc., todos terminaremos enfermos. Las elecciones pasan, el que salga presidente saldrá y los afectados seremos los amigos, los familiares, los compañeros de trabajo, la persona con la que se coincidió en un supermercado o en una gasolinera, que hasta donde conozco nadie se va a ir a vivir a Mongolia.

Si hay algo que me parece absurdo en este país, al que amo con todas las fuerzas de mi cerebro, que son mas fuertes que la de mi corazón, sobre todo, cada cuatro años, vinculado a las campañas presidenciales, es la exacerbación de algunas categorías, a tal punto que llega a ser vomitivo.

Contantemente se habla del voto latino, del voto afroamericano, ahora más que nunca de los hombres negros y latinos, de las mujeres negras y latinas, tratando de manejar esto como si fueran categorías de alimentos, piezas de carros, zapatos, razas de animales, etc. Lo que me parece extremadamente racista o al menos un serio problema racial, que no por tradicional e histórico, es bueno.

Es tanta la mención de este tipo de votos, identificando a personas, que da a entender que a nadie le importa nada más, o sea, nadie menciona el voto chino o el vietnamita, el polaco o el voto ruso, orígenes que están bien representados a lo largo de la Unión. El voto negro y el voto latino para conquistar, obviamente por el resultado numérico que representan, pero por nada más. Desde la propia esencia se divide, lo que a mí me da a entender que son los afroamericanos, los latinos u otras denominaciones de origen, categorías diferentes a la hora de diseñar un país. Da la impresión de que habrá precios, impuestos, trabajos y beneficios diferentes a partir del tipo de voto por origen y no del derecho y las capacidades. Los latinos tenemos que hablar inglés y eso nos molesta o limita, pues deberíamos haber escogido España, a algunos llamados afroamericanos les molesta tener que estudiar y trabajar, pues podrían irse a vivir a un quimbo en el "Continente Negro".

También es absurdo que constantemente cuando se llena un documento, por ejemplo, una solicitud de trabajo, haya que llenar la casilla que especifica si uno es blanco, latino, negro americano, descendientes de los nativos o de los búfalos, etc., lo que pudiera parecer, más allá de los intereses estadísticos, que pagan más por una determinada categoría que por otra, o que un color puede tener más importancia que otro sobre todo cuando no se está aspirando a trabajar en una película del lejano Oeste, lo que haría difícil representar un buen papel de jefe de una tribu de nativos siendo rubio de ojos azules o sencillamente negro.

Creo que más que todo es un manejo de la política, de todos aquellos que muchas veces hipócritamente hablan de igualdades, porque, si se sabe que Estados Unidos se formó por inmigrantes y se ha desarrollado gracias a la llegada sistemática de personas de todos los lugares del mundo hasta hoy, resulta absurdo que sigamos preguntando y utilizando el origen para cualquier cosa.

Creo que deberían existir cuatro categorías importantes, ciudadanos, residentes permanentes, residentes temporales, digamos por estudio, trabajo, enfermedad, quizás algún tipo de asilo transitorio y los ilegales.

Si usted es ciudadano norteamericano, que es una de las cosas imprescindibles para votar, qué tiene que ver si usted nació en Bulgaria o en Japón. Usted es ciudadano norteamericano, vive aquí legalmente todos los días, tiene derechos y sobre todo muchos deberes, colabora y trabaja para que este país sea grande.

Si usted es ciudadano norteamericano, ya sea por nacimiento o por naturalización, resulta difícil entender o absurdo meterlo o mantenerlo en otra categoría. Digamos, por ejemplo, nada personal, es sólo un buen ejemplo, Kamala Harris es hija de la mezcla de una mujer india y un hombre jamaiquino o jamaicano. ¿Quién es ella?, ¿Cómo saberlo y meterla en una fría categoría? Es probable que por el color de su piel se parezca más al padre, pero puede haber crecido bajo una gran influencia de su madre, por lo que a la hora cero, tira más al curry y al yogourt, pero podría ser que, viviendo con su mamá como líder, se apegara más al modo de vida de la isla caribeña paterna, reggae y mariguana incluidas. Entonces, ¿Por qué ahora lo de afroamericana?, ¿Sólo por el color de la piel?, ¿Vive Kamala en un apartamento de bajo costo, rodeada de primos, sobrinos, hermanos negros que comen todo el día muslos de pollo frito al estilo de New Orleans?

Es absurdo, tengo dos amigos de toda la vida, Ruso y María Pérez, siempre fueron blancos, rubios y de inconfundibles ojos azules. Ambos ciudadanos norteamericanos convencidísimos. De verlos, son más blancos que muchos de los que nacieron aquí y, sin embargo, clasifican como latinos por su lugar de nacimiento. A la hora del voto, cada uno de ellos ejerce un voto latino y van a parar de esa forma a las estadísticas. Mi nieta Mia, ya he escrito, rubia de ojos azules, primero texana, categoría importante y luego norteamericana, no se parece 100% a sus amiguitas, porque ella tiene nada más y nada menos que una gran influencia cubana en su forma de vida, que conforma una forma diferente de pensar. Mia clasificaría como cubanísima, sin embargo, su voto será del blanco norteamericano porque su mamá la parió aquí y escogió un papá con ojos verdes.

La idea no deja de ser jodida, porque entonces cada ciudadano debería tener una categoría diferente; blancos de Michigan, blancos de Colorado, afroamericanos de Texas, afroamericanos de Oklahoma, nativos americanos de Utah o de Montana, los que comían carne, los que eran vegetariano, etc., lo que sería a largo plazo todo un infierno.

Y es muy intencional y manejado. Para dirigirse a los negros norteamericanos, se pone a un negro, millonario pero negro, para tratar de convencer a los latinos, se pone a alguien de apellido García con cara de mexicano. Obama multimillonario la habla a los hombres negros pobres, no les habla a los pobres por un lado, ni a los negros por otro. Trump a veces habla de deportar a los inmigrantes, lo que crea terror, porque mete en un mismo saco, en medio de un incendiario discurso necesario de candidatura, a todos los que llegan y no es lo mismo, obviamente, llegar con permiso y VISA, digamos por reclamación familiar, que cruzar el muro abriendo una brecha e incluso no es lo mismo llegar a través del muro y ser una buena persona interesada en echar para adelante y cumplir con todo lo establecido, que entrar por el muro habiendo sido un asesino en un determinado país y llegar aquí y seguir siendo asesino, pretendiendo vivir de vender drogas y traficar con niños.

Es injusto decir que todos los haitianos se estaban comiendo los gatos y desde la crítica, repetir y repetir por no tener más que criticar. No sé lo de los haitianos, yo y muchísimos cubanos comimos gatos, cuando no estaban en la tradición de nuestra cultura alimenticia.

Si usted es inmigrante y lo dejaron entrar después de verificarlo muy bien, usted está obligado, no es opcional, a coger el único camino, el camino del bien y con eso hay que colaborar. No es discutible, es una obligación. Si usted logró entrar y comete delitos, usted tiene que estar preso o ser deportado a su país de origen, sea de Venezuela, Cuba, Congo, Australia, etc. Da igual el país. Estados Unidos, demócrata o republicano, con tal de quedar bien, no puede y no tiene que asumir a los delincuentes del mundo, bastante tiene con los que nacen aquí, que no son pocos, ni siempre son los pobres, revicemos los casos de P. Diddy o del hoy ya fallecido Jeffrey Epstein.

Aquí tiene que haber una sola política, estén los demócratas o los republicanos, los verdes o los azules, el que venga a este país a joder, no puede estar aquí. ¿Alguien duda que Maduro abrió sus cárceles y dejó escapar a delincuentes? No sé, no vivo en Venezuela, lo que si puedo asegurar es que, en Cuba, el gobierno, que ya no vale la pena ni mencionar el nombre, lo hizo y envió a Estados Unidos a miles de delincuentes, con el objetivo expreso de dañar a la Unión. Pablo Escobar se propuso lo mismo pero con la cocaina.

Ahora la pregunta inteligente en esto de los orígenes y los colores. ¿Elon Mosk, el flamante empresario, uno de los hombres más ricos del mundo aparentemente por su buen trabajo, clasifica como afroamericano? A todas luces no. ¿Cómo va a ser afronorteamericano si es blanco? Dirían muchos, embutidos en que sólo los negros de piel pueden tener esa categoría. Y es que sólo se explica esa categoría para señalar cierto sufrimiento en el ya pasado lejano, sin embargo, África tiene negros, pero también tiene árabes, blancos y muy blancos y por supuesto negros diferentes; no son iguales los del Congo a los de Sudan, no se parecen los egipcios a los angolanos.

Pues se equivocan los que así piensan. Si existe alguien que puede ser considerado afronorteamericano es precisamente el amigo Elon.

Elon nació en Pretoria en 1971, Sudáfrica, que, si no estoy mal, sigue estando en el continente africano y vivió allí hasta los 18 años, edad suficiente como para saber quién se es y obtener determinadas características y hábitos de vida. Luego en 1989 se mudó a Canadá donde obtuvo la ciudadanía de ese país gracias a su madre canadiense, dos años después se mudó a Estados Unidos para estudiar en la Universidad de Pennsylvania y una década después, ya grande, obtuvo la ciudadanía norteamericana.

Elon, si alguien se arriesga a preguntarle por su origen, a pesar de su blancura llamativa e impresionante, tiene que responder que es africano, de Sudáfrica, pero africano, mucho más africano que los que aquí tienen clavada la categoría hipócrita de afroamericanos, para no decirles negros, sin conocer dónde queda África y cómo es aquel lugar por dentro.

A la hora del voto, Elon debería ser considerado dentro de ese grupo de hombres africanos y merecería que Obama fuera a meterle una muela para convencerlo de que vote por la candidata que lo va a representar y le va a resolver sus problemas.

Podría parecer que cuando se habla de afroamericanos siempre se está hablando de gente pobre, que nada más comen frijoles colorados, fuma mariguana todo el tiempo y se dedica a estar sentado en las esquinas. De mujeres que tienen siempre 8 hijos y viven del dinero del gobierno. Hasta ahí, con esa imagen, explotada hasta la saciedad, hemos llegado. No es incierta, pero no es absoluta para clasificar a personas. ¿Es Michael Jordan ese afroamericano?, ¿De verdad?, ¿Es Oprah Winfrey esa afroamericana?, ¿De verdad?

Yo soy cubano porque mi madre allí me parió, pero si vamos a Cuba nos complicamos porque nací en Santiago de Cuba, pero al año y medio me llevaron para La Habana, entonces soy mitad medio “palestino”, mitad habanero de raza pura, eso me diferencia del que nació en un pueblecito o batey de Camagüey. Pero si seguimos dentro de Cuba, crecí y viví toda mi vida en un reparto que se llamó Apolo y luego se identifica como Víbora Park, que nada tiene que ver con el que se desarrolló debajo del Puente de La Lisa, no es mejor, ni peor, sólo es diferente. Luego viví cinco años en República Dominicana, vivencia que puede haber dejado huellas en mí, pues luego de salir de Cuba como blanco que pensé que era, allí me clasificaron oficialmente como ”indio” y ahora soy ciudadano norteamericano por Naturalización que ha vivido en Nebraska como nebraskiano y en Texas, como texano, territorios muy diferentes en todo.

¿Cómo clasificar mi voto?, ¿Blanco como pienso que soy, latino cubano que es diferente a ser latino de Ecuador o incluso “indio” como lo era en República Dominicana, nebraskiano o texano?

Llegaremos a volvernos locos. ¿No sería mejor votar siendo únicamente ciudadanos norteamericanos?

 

 

 

domingo, 27 de octubre de 2024

593.- Doce excepcionalidades


Mia Isabella, mi nieta, que ayer cumplió 12 años, es una niña en camino a la adolescencia o una adolescente que deja la niñez, excepcional.

Y cuento lo de excepcional no porque sea precisamente mi familia directa, de haber sido fea, bizca, sin pelos, jorobada e incluso anormal, la hubiera querido igual, quizás, como suele pasar en muchos casos, la hubiera querido con ese extra que merecen los feos y enfermos. Digo que es excepcional, porque a mis años muy vividos, conozco de excepcionalidades.

Poseedora de unos bellos ojos azules desde que nació y por suerte, sobre todo para ella nunca le cambiaron de color y que además no son para nada comunes en mi familia, es una mezcla muy llamativa de dos fuertes culturas, por un lado, es muy americana, su nacimiento y desarrollo así lo delatan y por otro lado es muy cubana, a partir de todo el entorno que le ha permitido existir.

Es una persona que exhibe sobre todo una mezcla también, el dinamismo de su padre y la madurez de su madre, con lo cual no estoy diciendo que el papá no sea maduro y la mamá no sea dinámica.

Mia es una mezcla de un inglés perfecto, que le permite incluso a su corta edad, mantenerse escribiendo un libro de una historia que se ha inventado y no un castellano, sino un cubano casi perfecto también, pero además medio cómico.

Mía siempre está presente, no importa si está mirando su celular, viendo algo en la TV, tejiendo o haciendo otra cualquier manualidad, tan pronto le toca responder o participar sus intervenciones son casi magistrales, de esas que suman, además, a veces, enormes picardías.

Es fanática al congrí cubano, que los americanos desconocen hasta que lo prueban, hecho por su abuela y por su abuelo que, me place decir, que es mejor y es extremadamente dulce, pero muy definida, cuando dice: ”yo soy cubana” y muy definida como cubana cuando algunas veces muy bien escogidas, al estar haciendo un cuento de algo que la disgustó en extremo y siempre, pidiendo perdón por lo que va a decir y mirando a sus padres, afirmar: “yo me empigué”, idea que, podría ser considerada fatal, pero que en boca de Mia, que ha crecido y lleva viviendo 12 largos años en una familia donde, ·yo me empingo, tu te empingas, nosotros nos empingamos", etc., no deja de traer risas. “Me empingué” mencionado con esa mezcla de inglés y cubano, es siempre algo muy refrescante, que termina ocasionado risas.

Aquella niña que un día comenzó en clases de Taekwondo, hoy además de cintas, acumula medallas de victorias obtenidas sobre el tatami no sólo de su escuela, sino en competencias Inter escuelas e Inter ciudades de Texas.

Recientemente medalla de oro, en la técnica para romper tablas, que debe tener un nombre técnico en coreano y medalla de plata, cuando yo abuelo arbitro pienso que debería haber sido oro, en sparring o combate. Todo esto, al pasar de los años, por su propio interés y disfrute. Asisto a muchas de sus clases como brigada de apoyo y Mia disfruta y se divierte mientras está practicando.

También como disfrute, sabe de música, hoy ha dejado sus estudios de guitarra, pero toca piano, sacando ella sola los acordes de canciones y ahora pertenece al grupo de cuerdas de su escuela, tocando algo tan extraño para nuestra cultura cubana como la viola. Ya hemos estado de concierto.

Mia va a ser una buena mujer y va a tener una bella figura y cuando crezca más, una buena madre, conozco bien el tema y estoy seguro de que: “De castas le viene al galgo”. Mia que aprende rápido, podrá ser la receptora de esa cultura femenina que tiene en su familia que hoy consume y mañana estará dispuesta a echar para adelante continuando la tradición. 

Además de colaborar con algunas tareas domésticas cotidianas y diarias, por ahora también practica con sus hermanas: “Mia ven a jugar un rato con Maeve”, Mia vigílame 2 minutos a Melodie”, a lo cual, ella, esté haciendo lo que esté haciendo se incorpora siempre no sólo dispuesta, sino sonriente.

Mia acaba de cumplir sus 12 años, rodeadas de personas que la quieren mucho, no por un tema puramente administrativo, sino porque ella excepcional hija, hermana, nieta, sobrina, prima, se lo merece. 

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Mia Isabella, my granddaughter, who turned 12 yesterday, is a girl on her way to adolescence or an adolescent who leaves childhood, exceptional.

And I say the exceptional not because it is precisely my direct family, if it had been ugly, cross-eyed, hairless, hunchbacked and even abnormal, I would have loved it the same, perhaps, as often happens in many cases, I would have loved it with that extra that the ugly and sick deserve. I say that it is exceptional, because after my very lived years, I know of exceptionalities.

Possessed of beautiful blue eyes since she was born and luckily, especially for her they never changed color and they are also not at all common in my family, she is a very striking mixture of two strong cultures, on the one hand, she is very American, her birth and development give it away and on the other hand she is very Cuban,  from the entire environment that has allowed it to exist.

He is a person who exhibits above all a mixture as well, the dynamism of his father and the maturity of his mother, so I am not saying that the father is not mature, and the mother is not dynamic.

Mia is a mixture of perfect English, which allows her even at her young age, to keep writing a book of a story that she has invented and not a Spanish, but an almost perfect Cuban too, but also half comical.

Mia is always present, it doesn't matter if she is looking at her cell phone, watching something on TV, knitting or making any other craft, as soon as it is her turn to respond or participate her interventions are almost masterful, those that also add up, sometimes, to enormous mischief.

She is a fan of the “Cuban congrí”, which Americans do not know until they taste it, made by her grandmother and by her grandfather who, I like to say, is better and is extremely sweet, but very defined, when she says: "I am Cuban" and very defined as Cuban when sometimes very well chosen, when she is making a story of something that displeased her extremely and always,  asking forgiveness for what she is going to say and looking at her parents, affirming: "Me empingué”, an idea that could be considered fatal, but that in the mouth of Mia, who has grown up and has been living for 12 long years in a family where, “Yo me empingué, tu te empingaste, nosotros nos empingamos, ustedes se empingaron”, etc., it does not cease to bring laughter. "Me empingué" mentioned with that mixture of English and Cuban, is always something very refreshing, which ends up causing laughter.

That girl who one day started in Taekwondo classes, today in addition to ribbons, accumulates medals of victories obtained on the tatami not only of her school, but in inter-school and inter-city competitions in Texas.

Recently gold medal, in the technique to break boards, which should have a technical name in Korean and silver medal, when my grandfather referee I think it should have been gold, in sparring or combat. All this, over the years, for their own interest and enjoyment. I attend many of her classes as a support brigade and Mia enjoys and has fun while she is practicing.

Also, as an enjoyment, she knows about music, today she has left her guitar studies, but she plays piano, taking out the chords of songs on her own and now she belongs to the string group of her school, playing something as strange for our Cuban culture as the viola. We have already been to a concert.

Mia is going to be a good woman, and she is going to have a beautiful figure and when she grows older, a good mother, I know the subject well and I am sure that: "From castes it comes to the greyhound". Mia, who learns quickly, will be able to be the recipient of that feminine culture that she has in her family that she consumes today and tomorrow she will be willing to move forward by continuing the tradition.

In addition to collaborating with some daily and daily household chores, for now she also practices with her sisters: "Mia come play for a while with Maeve, Mia watch for 2 minutes to Melodie", to which, whatever she is doing, she always joins willingly, always smiling.

Mia has just turned 12 years old, surrounded by people who love her very much, not for a purely administrative reason, but because she is an exceptional daughter, sister, granddaughter, niece, cousin, she deserves it.


miércoles, 23 de octubre de 2024

592.- Sólo la fuerza tiene la fuerza.

¿Como se saca a un dictador, a un tirano, a un emperador moderno, a un personaje totalitario, mentiroso y explotador? La respuesta es fácil, por la fuerza.

Ahora, que sea fácil la respuesta, no quiere decir que sea igual de fácil conseguirlo. Los dictadores están tan amarrados a sus sillas y se saben tan culpables que son capaces de exterminar a grandes cantidades de personas con tal de no ceder. Se enajenan de tal forma que cuando se miran al espejo, siguen viendo el mensaje de: tu eres el más bello dentro de todos los bellos.

Los borrachos en el poder, después de haber llegado por cualquier vía, una revolución, un golpe de estado, una elección que luego de ganada cambia todo lo establecido matando incluso la misma posibilidad de elección, por selección y recomendación de otro dictador, etc., se hacen de cualquier manejo para tratar de eternizarse.

El primer manejo es casi siempre la palabra “pueblo”, la cual utilizan a veces con tanto exceso que parece una muletilla. Se presentan como defensores únicos, los más interesados y los que más trabajan para esa porción. Fidel Castro, el que todos sabemos que acabó en sus cinco décadas de poder absoluto dejando detrás a un pueblo y país empobrecido, se nombró él mismo “esclavo del pueblo cubano”.

Se muestran y se exhiben como únicos poseedores del bien, edulcorando sus imágenes sobre todo con aquellos más vulnerables, viejos y, sobre todo, niños. Asegurándose de un grupo de “guatacones”, como diríamos en buen cubano, dispuestos siempre a adorarlos a nivel de un dios.

Comienzan a manejar, hasta el dominio exacto, una sopa de palabras, las que mueven de adelante hacia atrás y viceversa, aparentando profundidad, sin embargo, muy pocas veces dicen algo importante. Sopa de palabras y más sopas de palabras.

Fidel Castro debe tener récord en discursos, 8, 9 horas seguidas hablando, de todo ese tiempo, lo esencial lo podía haber dicho en 20 minutos, todo lo demás era adorno para entretener y entretenerse, para envenenar y, sobre todo, para aparecer como único e insustituible.

Díaz Canel, aunque puesto por Fidel, incapaz de cualquier cosa, comienza a hablar y nunca se sabe para dónde y cómo va, es un discurso lento, sin sustancia ni de los 20 minutos de su antecesor. Ambos hablan de un pueblo al que no pertenecen, porque ellos están fuera, hablan del pueblo tal como se habla de una mascota.

Paralelamente a esta opción de líderes queridos y justificados, se las agencian para ejercer la represión. Estos dictadores modernos, crean fuerzas, incluso detrás de las fuerzas públicas para mantener a ese "querido pueblo", al que dicen amar y para el cual dicen trabajar, en la raya. En la justa raya que limita un posible cuestionamiento.

Los aparentes tan demócratas, lo primero que hacen es hacerse respaldar absolutamente por el ejército. A veces apelando a corrupción, ventajas y beneficios desproporcionados, el miedo, hasta rodearse de personas inescrupulosas, muy brutas, que sólo viven para seguir órdenes sin pensar. Con esto, sin palabras, muestran su fuerza para, sobre todo, reprimir. Es una alerta que siempre está presente, incluso sin tener que mencionarla o amenazar con ella.

Durante décadas Fidel Castro presumió del ejercito cubano, a sabiendas, si lo sabía yo, también lo sabía él, que ese ejército no aguantaría media hora de combate con el enemigo más que declarado, Estados Unidos, pero la imagen de un ejercito enajenado y decidido a morir, crea una imagen de fortaleza, no sólo para el exterior, supuesto escenario donde actuaría un ejército, sino para el interior.

Díaz Canel, tan pronto se le apretó el zapato el 11 de julio, no dudó en sacarlo a la calle, donde no había ningún militar norteamericano, sino a reprimir a ese pueblo o parte de él, que pretendió pasar la raya invisible que todos sabemos que existe. Los nombró delincuentes, los llamó mercenarios y le echó al “pueblo” comprado arriba. Al final, triunfó él en aquel momento. El puebo descontento, pero conocedor de los mecanismos, sale a reprimir a la otra parte del pueblo.

Luego ese dictador “amoroso”, enamorado de su pueblo, crea, por debajo de lo oficial y visible, las verdaderas estrategias. La represión silenciosa.

Divide a las familias, se mete en sus vidas y casas y logra que ellas mismas se repriman y controlen. Logran que en la misma medida que las personas traten incluso de protegerse, se cree esa inmovilidad de pensamiento público y acción que tanto, aunque parezca mentira, temen los dictadores.

Divide y vencerás o divide para reinar, esa idea atribuida al período griego antiguo, luego usada por algunos emperadores romanos con éxito, también, por ejemplo, por Napoleón y por supuesto por todos aquellos que pretenden eternizarse en el poder, cuyo mejor ejemplo puede ser el de los países comunistas, es una de las más usadas en la vida moderna, en la medida que logra romper los grandes grupos y los convierte en grupos más pequeños fáciles de trabajar en cuanto se opongan a una idea que emana desde el poder.

El gobierno cubano es experto en esto, llevando la estrategia, tal como dije, a centros de estudios, trabajos, vecindarios e incluso a la propia familia. Todo esto con el único objetivo de contener para controlar.

Los que hemos vivido en Cuba somos testigos que esas orientaciones llegaron a la propia familia, escenario donde se desarrollaron las batallas. Mientras nos fajábamos entretenidamente con nuestros padres y vecinos, el gobierno hacia y deshacía a su antojo.

Esa batalla silenciosa, pero bien estructurada y sobre todo inducida del gobierno contra el pueblo, hace que ese mismo pueblo aparezca desarmado, que no logre unirse, que y, sobre todo, se auto reprima. En muchos casos nuestros primeros represores no fueron los militares del gobierno, fueron nuestros propios padres, que, ya sea por razón o por miedo, trataron de que no pensáramos, no cuestionáramos, no accionáramos contra aquello que en nuestros momentos no nos cuadraba. Fuimos obligados, o al menos intentaron obligarnos a que viviéramos anclados en el pasado y amaramos a aquello que no nos gustaba amar. Se nos trató de enmudecer, incluso cuando lo que enunciábamos eran “Verdades de Perogrullo”. El compromiso familiar era fácil, pero inentendible: piensa, pero no hables, lo que contradice la más mínima condición humana. Hasta ahí se llegó en Cuba, contradecir la más mínima condición humana, piensa para adentro, piensa para ti, pero no te puedes manifestar, no puedes compartir tus pensamientos. Piensa una cosa y di otra, como la mejor muestra del “Doble Pensar” de Orwell.

La mejor estrategia en Cuba no es gobierno contra pueblo, ni tan siquiera militares contra pueblo, es sencillamente peor para el entendimiento, pero mejor para el poder, pueblo contra pueblo. Tu en contra mía, tu mamá en contra de tu mejor amigo, todos en contra del vecino.

Los dictadores todos, manejan hilos ocultos, que están más allá de incluso sus bellos y amorosos discursos. Hilos de maldad, corrupción, represión, venganza, sólo para mantenerse en el poder.

Cada palabra dicha u ocultada, cada acción dentro y fuera del país, cada persona seleccionada, tiene un solo objetivo, no ceder el poder, entonces por las buenas no se van a ir. Muchas veces Fidel Castro alardeó con aquello de: vengan a quitarme del poder, los estoy esperando.

Eso de que dejen el poder voluntariamente no existe cuando se llegan a los límites de dirigir sin límites. Que se retiren a descansar o disfrutar, no existe porque ellos se saben culpables y temen pagar.

Así gobiernan y chantajean dentro del gobierno, o sea, no podemos ceder, nos van a arrastrar a todos, así se garantizan el apoyo de los que necesitan, aunque sepan que no las tienen todas segura. Así gobiernan hacia el pueblo, o sea, te mastico, pero no te trago, si pasas la raya te la aplico. Te nombro enemigo, te nombro mercenario, te invento una causa cualquiera, te nombro enemigo no mío, sino de la mascota pueblo y te paso por arriba, al final, las leyes son mías, los abogados son míos, todos los canales de comunicación son míos, las cárceles son mías y en la opinión fuera de eso me defeco. En Cuba uno nunca sabe el pasado que le toca.

Entonces lo que queda es la fuerza, fuerza de un pueblo puesto de acuerdo, fuerza de una acción coordinada hasta el final, fuerza de quienes se saben desarmados y pocos respaldados, pero que confíen en su razón. Lo que queda es la fuerza.

Lo que más podemos esperar es que un día, desesperados, se den un tiro, pero para eso hay que ser muy valiente. Los dictadores pretenden estirar y estirar el chicle mientras puedan, confiando en que tienen el control absoluto de todos los hilos. En sentido general todos pretenden vivir y morir tranquilos, no creo que, en paz ni con ellos mismos, pero tranquilos como murió el amo Fidel Castro.

Aspirar ahora a que Díaz Canel se vaya, es un imposible, una idea irrealizable. Díaz Canel con todo lo malo que ha pasado y todo lo malo que pasará, se mantendrá diciendo que está haciendo el esfuerzo por resolver los problemas de “las mascotas”, siempre e inmediatamente vestido de verde olivo, o sea, del poder militar, tratando desde esa imagen de impresionar. Ahora mismo, nuevamente, no sabe como salir del problema que tiene, pero ya anunció que algunos borrachos había tratado de alterar el orden, o sea, ya llamó a ese pueblo que se manifiesta borracho y que bajo ningún concepto se aceptaría que se le alterara la vida a las mascotas: Las mascotas pueblo que no tienen comida, que no tienen agua, ni medicinas, que ahora llevan más de 72 horas sin electricidad, el gobierno propone que no se les altere la vida.

Puede pasar que, para refrescarlo, el poder oculto que está por encima de él, lo quite, le den las gracias y lo pongan en "plan pijama" o a dirigir algo sin importancia, de esa forma darán a entender que se está trabajando para el bien, pero el poder oculto, el que maneja verdaderamente los hilos, pondrá a dedo nuevamente a otro Díaz Canel que garantice la permanencia.

Sólo la fuerza tiene la fuerza.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

sábado, 19 de octubre de 2024

591.- La solución "kamaleónica"

Al parecer, porque todo puede pasar, Trump tiene ganadas las próximas elecciones y no las ha ganado porque ha dicho o hecho algo especial en estos últimos días, sino porque a Kamala Harris se le acabó, como era de suponer, el sueño dorado con los votantes americanos.

Según todas las encuestas serias, incluyendo a PolyMarket, donde se realizan apuestas en dinero a la política a nivel nacional y es sabido que el dinero no tiene ni cara ni partidos políticos, si las elecciones fueran hoy, dan por ganador, por mucho, al candidato Donald Trump. El tema de las encuestas no deja de ser un problema, cada día que uno se levanta, ellas tienen informaciones a cuestionar. Un día gana un candidato, el día siguiente gana el otro. Uno de los problemas que hoy veo, es que casi existen más encuestas que personas que votan. Cada una de ellas tratando de arrimar el palo a su conveniencia.

El republicano Trump venía empatado o abajo incluso hasta el mes de septiembre, por unos 5 puntos porcentuales de forma general, hoy la ventaja sobre Kamala, dicen, es de muchos puntos a nivel nacional. Como la Biblia no dice nada sobre esto y no conocemos personalmente a ninguno de los dos candidatos, de algo hay que agarrarse para poder pensar, los que queremos pensar.

En realidad, al ser Kamala vicepresidenta en activo de estos últimos cuatro años, debería tener una enorme ventaja, solamente el estar en el poder aseguraría esa condición, pero es que, primero, este período de gobierno ha sido tan malo, ver aún cómo están los precios de productos alimenticios básicos y segundo, su acción dentro de ese gobierno ha sido tan gris, por no decir desconocida, que era de suponer que este final llegaría. La carrera de Kamala parece que no sólo se ha ralentizado, sino que retrocede.

Acusada de no hacer nada o muy poco, más allá de nacimientos y funerales, desconocida en sentido general por los norteamericanos, debido entre otras cosas a la presencia Biden y su fantasma Obama por muchos años, hoy no puede quitarse de arriba los grandes y públicos fracasos de su administración: inflación, elevado costo de la vida, inmigración descontrolada, guerras, aumento de la violencia en algunas ciudades, junto a la droga, fraudes, etc., y esto con el tiempo ha ido mellando su aparente acelerada, segura y risueña carrera a la presidencia.

Hay que recordar que Kamala Harris, de ser sincera, lo primero que reconocería es que ni ella misma sabe cómo fue seleccionada. Esa debería ser su primera verdad y no aparentar como que se lo merecía o era algo que se caía por su propio peso. Que le tocaba.

Ante el fracaso de los demócratas lidereados por Biden, la gran cúpula, los Pelosi, los Clinton y los Obama se lo quitaron de arriba, no por el peligro para el pueblo norteamericano, sino por el peligro para ellos mismos. El viejo Joe, más allá de su posible diabetes por su consumo desmedido de helados, no representaba un peligro para Estados Unidos, en realidad era un peligro para los que realmente dirigen por detrás, que, frente a sus más que evidentes tropezones, comenzaron a sentir miedo.

Estados Unidos estarían mejor o peor con Biden, pero no desapareció y no desaparecerá como muchos han querido decir. Estados Unidos es más grande que Biden o cualquier persona, más grande que cualquier partido político, más grande que tú y que yo.

Kamala, al parecer no era la escogida, pero Biden, el que al principio se negaba a bajarse de la carrera por su nueva postulación a presidente, al tener que bajarse o aceptar que lo bajaran, dejó una venganza a los demócratas y nombró a Kamala como su mejor sucesora, o sea, los votos que tengo, los votos que me he ganado, al final, las personas que a mí me apoyan y siguen, se las entrego a ella.

El nombre de Kamala entonces apareció, cuando hasta ese momento no había aparecido y comenzó a correr para presidenta, casi a la fuerza, mucho antes incluso de que se celebrase la Convención Demócrata, acto donde se supone se debería seleccionar dentro de propuestas libres al candidato nacional que correría para las elecciones presidenciales, lo que supuso o supone un disgusto o desacuerdo dentro de la base demócrata que podía tener y de hecho tenía otros nombres con más elementos y fortalezas.

En fin, se impuso a Kamala Harris, como un golpe al mismísimo Biden, por aquello de que, está bien, cualquiera menos tú, pero hizo que los mismísimos interesados en sacar a Biden, demoraran en apoyar abiertamente a Kamala, imagino que estuvieron sacando todas las cuentas y llamando y llamando por teléfonos a los que no entendían mucho de la inimaginable aparición.

Trayectoria: Biden comienza a patinar, derrota pública y evidente frente a Trump, los demócratas líderes fuerzan al presidente a bajarse de la carrera. Biden en un primer momento se niega, conspiración de los grandes por detrás de los demócratas de base logran que Biden se baje, pero tienen que admitirle que nombre a Kamala como, digamos, un mal menor, Kamala comienza a correr sin haber sido incluso aprobada por sus compañeros de partido.

El mal estaba hecho, entonces Kamala, repito, imagino aún muy sorprendida, comenzó a recibir y disfrutar del apoyo: lideres demócratas, artistas, una representación de eso que se llama aún no sé por qué, sobre todo en períodos electorales, como comunidad o minoría negra, enormes sumas de dinero, enormes significa multimillonarias, en un tiempo récord. Todo esto tiñó de dorado el panorama. Kamala, como un conejo sacado de un sombrero de mago, sería la próxima presidenta.

Kamala entonces se presenta como: mujer, no india, sino orgullosamente afroamericana, inteligente, capaz de hacer en los próximos cuatro años lo que nadie, incluso ni ella como vicepresidenta, ha hecho aun, de tener un programa o plan, de los cuales no se sabe mucho, imagino que sean un secreto, para cada uno de los problemas a los que hemos llegado. Kamala, dicen los demócratas, es la solución. Y si, puede ser, es la solución "kamaleónica".

Pero el tiempo pasó y los nombramientos y los halagos deberían ser comprobados y ha comenzado el camino regresivo. Kamala entonces dio a conocer lo que verdaderamente es, casi nada.

Allá se fue a la frontera por primera vez en cuatro años, en un punto en Arizona, se tiró unas fotos y resistió una visita de 20 minutos. ¿20 minutos para enterarse y tratar de resolver uno de los problemas más agudos que enfrenta este país y por supuesto, la candidatura para la presidencia?

Ha dado pocas entrevistas en vivo, todas son editadas y han sido en aquellos medios donde, si no se le favorece, al menos se le hace pasar menos trabajo. Sus respuestas no han convencido a nadie, no ha logrado aclarar mucho a futuro, más allá de decir que nació en una casa junto a su hermana, que su madre había comprado con su trabajo.

Ella sólo asegura, primero, vota por mí y luego, yo cuando sea presidenta te haré el cuento y por supuesto, mi contrincante, Trump es un fascista, un machista, un asesino, un mentiroso, un devorador de niños, un antiinmigrante, un loco, un mentiroso, un antipatriota, un culpable de todas las culpas suyas y las de todos los demás.

Ahora, recientemente, parece que pierde los votos dentro de los votantes negros, cosa que debería tener garantizada porque ahora ella y los que la promocionan, todos, se han acordado de que es descendiente de África.

Por su lado Obama ha salido personalmente a hablar con los hombres negros específicamente, en resumen, diciéndoles veladamente que si no votaban por Kamala eran anti negros. Buena forma de hacer política.

Ahora Kamala, casada con un blanco judío norteamericano, es anunciada como perteneciente a esa llamada minoría, se ha dejado ver en dos o tres fiestas de negros, se ha ido al programa de Oprah y para llamar la atención se le ocurre enunciar un plan específico para los hombres negros, para mí, una de las cosas más desastrosas que se le podían haber ocurrido. Demasiado a la careta.

Enuncia un plan con cinco medidas. Tres de ellas son:

1.- Plan para resolver enfermedades que sólo padecen o padecen más los hombres negros. ¿Cuáles?, ¿Si es un tema de color, entonces y las mujeres negras?, ¿Y los blancos que, aunque sea por equivocación racial las padezcan también?

2.- Propone, a esta hora, a sólo tres semanas de las elecciones, entregar a hombres negros 20 000 dólares, sin necesidad de devolución, o sea, pienso yo como regalo, para que estos hombres puedan empezar un negocio. ¿De dónde sacará ese dinero?, ¿Por qué a los negros y no, por ejemplo, a mí?, Se sigue con la variante de regalar y regalar dinero que no es de ella, porque no dice: yo y mi esposo regalaremos ese dinero de nuestros bolsillos.

3.- Propone, a esta hora, a sólo tres semanas de las elecciones, legalizar la mariguana en todo el país y permitir que los hombres negros tengan participación en esa industria.

¿Legalizar la marihuana a cambio de votos de los negros?

¿Estaría llamando o al menos identificando a los hombres negros como grandes consumidores, en el momento que habla de ellos y no de los blancos o de la legalización de la marihuana para todos, blancos, negros, indios, latinos, chinos, europeos, árabes, africanos y todos los demás que forman esta gran nación?

¿En su búsqueda desesperada de apoyo y voto, no es esto una idea más que racista, en la medida que identifica a un grupo étnico más interesado que otros en el consumo de la marihuana?

¿Por qué los negros y no, por ejemplo, los nativos americanos?

¿Por qué los hombres negros y no, por ejemplo, las mujeres?

Si yo fuera negro, mariguanero o no, me sentiría ofendido por la exposición. ¿Por qué no se habla, por ejemplo, de ese mismo consumo y del gran consumo de alcohol de los pobladores del estado de Alaska?

Los intríngulis de, a lo que llamamos, política.

Una vicepresidenta que jamás soñó con la presidencia, lo que hubiera sido una aspiración entendible, el nombramiento a dedo y sacado de un sombrero de mago cuando nadie lo imaginaba, el desconocimiento del pueblo norteamericano supuestamente interesado, el descubrimiento y marketing y una desmedida promoción multimillonaria, que lleva a convertir en algo lo que antes no existía, méritos sacados de un calidoscopio, el sueño hasta de esa misma persona que jamás antes soñó, ahora la única y mejor opción.

¿Es Trump la mejor opción de la política norteamericana, la más transparente, impoluta, incólume? No, estoy convencido de que es muy probable que puedan existir otras mejores opciones. Lo que pasa es que Trump, a pesar de todos los pesares, es una opción real, con virtudes y defectos, como cualquier ser humano. Es todo un tema de balance.

Ahora a tres semanas de las elecciones, Kamala trata, por todos los medios, de safarse de Biden. Después de afirmar que no cambiaría nada esencial de lo que había hecho su presidente en estos últimos cuatro años, ahora dice que no lo ve y casi no tiene contacto con él, como que no sabe lo que Biden hace, en el mismo momento que el presidente asegura que ella es una mujer inteligente y que, sobre todo, tiene su propio plan, que nada tiene que ver con él.

¿Quién será realmente Kamala Harris?

miércoles, 9 de octubre de 2024

590.- Murió mi suegra. Hablamos del peligro de estar vivos.

Llevo muchas horas tratando de organizar mis sentimientos y, sobre todo, de concretar ideas para no escribir por escribir, 

Murió mi suegra y esto es bueno y entendible porque las suegras también mueren, tal como dice Fito Páez hablamos del peligro de estar vivos. Lo que pasa es que, para un tipo como yo, crecido con madre y el amor inigualable de dos espectaculares abuelas en la misma casa, murió alguien que fue también mi mamá.

Con mucho respeto a sus cuatro hijos con los cuales no pretendo competir, en este tema ellos siempre estarán primero, por muy petulante que pueda parecer, por muy exagerado, por muy pretensioso, categorías que hoy me dan lo mismo poseer o soportar, fui durante muchos años, no dicho por mí, sino por ella misma, el mejor de sus hijos. Fui nombrado por esa “Vieja”, cosa de la cual tengo testigos, como su “Paño de Lágrimas” durante muchos años de su larga vida y esa categoría para una familia de cuatro hijos y muchas parejas que por ahí pasaron, me da un puesto privilegiado para pensar y decir sobre ella lo que se me antoje.

Marta Regla de las Mercedes Meléndez Masa, “La Faraona”, como la llamara mi hermano Iván, bautizada por mi hermano Igor cariñosamente como “Mamá Marta”, lo que refleja no sólo lo que significó para mí, sino para parte de los míos, el primero en uno de sus mensajes, me ayuda a definirla mejor que nadie, cuando me escribe: “Marta pertenece a la generación de hierro. Con su actitud y comportamiento convierten en hormigas a las generaciones actuales. Tiempos mejores y peores, estudio, trabajo, cuidaron y enterraron a sus mayores, pareja, hijos, familia como bandera. Voluntad férrea inclaudicable y preceptos inamovibles hasta el final de sus vidas. Y si, los tiempos cambiaron, pero todavía peor, la gente cambió para peor. Dicen que todo desaparecerá y habrá que volver a empezar de cero. Personas como Marta son ejemplo casi imposible de imitar, recordarla y rendirle culto como algo real de lo que tenemos que sentirnos orgullosos como para poder contárselo a nuestros nietos. Ayer terminó una Leona de la Vida”.

Tengo tantas ideas, cuentos, anécdotas, interpretaciones, valoraciones, más miles y miles de horas de conversaciones con y sobre Marta en casi 50 años junto a ella, como ningún otro mortal, lo que me permitiría escribir su historia en tres grandes tomos.

Mucho de esto es público, pues puedo asegurar que, con mucha frecuencia, a veces diariamente, a veces pienso que, hasta el cansancio de los otros, sale en mis conversaciones donde quiera que esté. Mis hijos, mis hermanos, muchos de mis amigos e incluso, me arriesgaría a decir, que la propia Martica, sin quitarle su gran mérito como hija, gracias a esos cuentos míos, conocen mejor a esa persona que hoy ya no está. Tengo la misión de reconocer y valorar en vida, a veces el más mínimo detalle, hasta la más dura y desgarradora interpretación, porque después de la muerte ya no me interesa. Tengo la intención, quizás de llorar menos, pero de saber y conocer muy bien a quién se está enterrando. Tengo la misión, quizás primera, de que mis dos hijos, que preguntan y preguntan, sepan de dónde vienen y tengan claro lo que tienen de sólida base e historia.

Tengo 61 años, Marta me viene en el sabor y olor de muchas comidas, en todos mis recuerdos, buenos y malos, sobre Víbora Park, en la atención a un hijo o nieto enfermo, en su constante renovada juventud, en un dolor de un hueso o músculo como los que ella estoicamente padeció, en una risa, la vi sonreír mucho o un llanto, también la vi llorar mucho. Marta me viene cuando alguien habla de la voluntad y el sacrificio, de la fortaleza de un ser humano. Marta me viene cuando me veo comiendo solo, cosa que no me gusta y ella sabía y dejando lo que estuviera haciendo, se sentaba a mi lado en la mesa para acompañarme. Marta me viene cuando me veo comprando una maseta o sembrando una planta o cuando escucho a Martica decirme: Roly necesito …, por aquel mensaje dulce con el cual lograba lo que ella quería o se le antojaba cualquier día a cualquier hora de: “Papi ponme esta matica allí, tráeme aquella de allá para acá, siémbrame esto en esta latica”. Marta me viene cuando a pesar de estar hablando con su propia hija, con una voz al teléfono que nunca le cambió con la edad, al pasar dos minutos y medio, le preguntaba: “¿Dónde está mi gordito? E inmediatamente le ordenaba: “Pónmelo”. Y esto no deja de ser dulce, podría preguntar por el esposo, podría preguntar por Rolando o por Roly, sin embargo, yo era su gordito.

Guardo el privilegio único de haberla tenido muchas veces totalmente desnuda abrazada a mí, mientras la cargaba en peso para que su hija la limpiara, curara o vistiera, durante aquellas recuperaciones de sus dos famosas fracturas de caderas y recuerdo su sonrisa mezclada con llanto o llanto disfrazado con sonrisa, cuando le decía: “mi suegra, después del esposo Cosme, soy yo el único hombre que la ha abrazado en cuero a la pelota”.

Llegué a la casa de los Tomé en julio de 1978, recién yo cumplido los 15 años. Mi llegada para nada tuvo que ver con una acción noble, nada parecida a la llegada de los conquistadores españoles a lo que luego se llamó América o la llegada del hombre a la Luna, llegué como una fiera común detrás de la carne, Martica, ultima hija de esa familia, era por aquellos años una bella y dulce muchacha que vagaba sola en espera de ser “descubierta”.

Martica me quedaba muy cerca, pues nuestras casas estaban, caminando en línea recta, a sólo 300 metros, por lo que, a partir de aquel primer encuentro, pasaba más tiempo en su casa que en la mía. Caminé durante años tanto entre esas dos casas, que, de ser posible, aún mis pasos deberían estar marcados en la acera de la calle Roma.

Y desde ese año, 1978, estoy en esa familia, que, con el tiempo, se convirtió en la mía propia por mi capacidad acaparadora. No existe desde esa fecha hasta hoy, un evento, un hecho, un cuento, un nacimiento o divorcio e incluso un chisme donde no esté presente. Después de esa fecha hasta hoy, no existe un cuñado, un viejo, un abuelo, tío, un niño, sobrino que no tenga puesta mi mano, mi tiempo. De esa presencia se ha salvado Patricia, la última hija de mi cuñado Ernesto, porque salí de Cuba en el 2007, de no haber sido así, me las hubiera arreglado para que también me llamara cariñosamente tío Roly. Nombramientos no vinculados a la sangre o la formalidad, siempre ganados en batallas, porque nunca fui un tipo rico que hacía regalos caros.

Mis acercamientos con Marta para nada fueron melosos, yo no era una onza de oro, menos una taza de azúcar. Marta era un roble, de esas mujeres de antes, conservadora, muy convencida de sus valores, tranquila, pacífica, estable a pesar de los muchos problemas; yo era un anarquista, un incendiario, un revolucionario con ganas de interpretar, combatir y cambiar todo. Nuestros acercamientos no fueron de una suegra loca por venderle a su hija a un “muy buen postor”. Marta cuidaba a sus hijos como una fiera leona. No importaba lo que pasara, no importaba de qué lado estaba la lógica y el sentido común, no importaba los errores, Marta, por encima de todo y para todo, fue primero mamá y luego, por suerte, incluso para mí y mucho para mis dos hijos, abuela.

Hoy no puedo olvidar la imagen de mi hijo Jonathan con 6 pies de altura en nuestra primera visita a Cuba en el 2018, postrado de rodillas frente a su abuela, como muestra de cariño y, sobre todo, agradecimiento. Marta abuela de ocho nietos, a los que todos conoció, fue también la mamá de Jennifer y Jonathan, privilegio que tuvieron mis dos hijos.

Desde esa fecha hasta aquí, Marta, hasta el minuto antes del final de su vida, sin poder caminar, desde su silla de ruedas, si por algo se destacó y algo nos dejó, fue, primero, su responsabilidad y luego su sentimiento de mamá.

Con los años dejó de caminar y por tanto dejó de cocinar, de sembrar matas, de limpiar ventanas, de recoger la ropa tendida en el patio, pero nunca dejó de ser la madre de esa familia y de muchas otras personas que por allí pasaron. Marta fue madre de algunos de nuestros amigos y abuela de muchos de los amigos de sus nietos más cercanos. Soy testigo de que, desde su sillón de ruedas, aún organizaba lo que ocurría a su alrededor. Si necesitabas el número de teléfono de alguien, Marta lo tenía en la memoria, si necesitabas encontrar una llave, Marta te mandaba a la gaveta número cuatro, si necesitabas una receta de cocina, Marta te la explicaba, pero además te decía con una sonrisa: “Ah, eso es facilísimo de hacer”. Todavía al teléfono, desde la distancia, preguntaba por nombre y apellidos por cada uno de sus descendientes.

Marta la gran cocinera que mantenía encantados a sus cuatro hijos, más sus cuatro parejas, algunos como yo, plantilla fija, más a todos sus nietos, más a todos los amigos que por años por allí pasaron, más al padre de Martica, que luego de separarse de ella visitaba semanalmente aquella casa hasta que murió, más a más de 25 personas en fiestas familiares. Todo eso durante años, con postres incluidos, ella sola.

Marta, aquella persona que se graduó en la universidad, pero que nunca ejerció su carrera hasta que un día, después de divorciada, se impuso, si porque se lo impuso para no depender, salir de su casa con 43 años y el olvido total de lo que había estudiado. Esa persona que entonces volvió a estudiar sola de madrugada, después de haber terminado como ama de casa con sus cuatro hijos, y llegó a ser la reconocida “Doctora Marta” jefa de la farmacia de un hospital pediátrico hasta que se jubiló.

Marta, grande, que un día, muchos años después de haber sido dejada por otra mujer, frente a la enfermedad del padre de los Tomé, le dijo a Martica, tráemelo y ponlo aquí, que yo lo voy a cuidar. Estoy convencido de que el padre, que sufría más que una enfermedad física, se hubiera mantenido vivo por más tiempo. ¿Qué fortaleza de espíritu hay que tener para tratar de cuidar a la persona que te cambio, quizás arruinó, tu vida?, ¿Con cuántos corazones vino Marta?

Nuestros acercamientos no fueron fáciles, fueron de lucha, respetuosa, pero lucha, y creo que eso es lo mejor que nos pasó, porque esa lucha diaria fundió nuestros diversos aceros hasta convertirlos en uno sólo. Marta y si, puede ser que yo solo me otorgue esa categoría, murió siendo mi mamá, a tal punto eso fue público que mi madre Alicia me escribió: “Roly, acabo de conocer por Baby la muerte de Marta, […], lo siento mucho porque sé lo que ella siempre te quería y reconocía lo que tu significabas para ella y lo mucho que la ayudaste cuándo en su casa vivías. La vida es dura. Te quiero”.

Recuerdo un día, una historia que tiene un antecedente largo que ahora no viene al caso, que Marta regresó a su casa y su linda Martica y su novio Roly hacían el amor en su cuarto. Tan entretenido estábamos que nos enteramos de su presencia cuando ella toco la puerta al darse cuenta de que no podía entrar, porque por suerte, no sé de qué, estaba cerrada por dentro. Luego de vestidos Martica y yo nos reunimos con ella en la sala de la casa. Ella lloraba ofendida, se le había faltado el respeto a sus canas decía, no tanto porque su hija y yo nos quisiéramos, en esa ocasión carnalmente, sino porque todo aquello ocurría en su cama donde jamás se había acostado otro hombre que no fuera el padre de sus hijos. En realidad, cuando se es joven, una cama es sólo eso, una cama, para Marta era algo diferente, quizás un gran recuerdo que había sido violentado.

Conversación difícil para dos jóvenes con una mujer adulta que lloraba ofendida, que terminó con mi petición de que me diera tiempo y yo le demostraría que quería a su hija. El tiempo paso, a pesar de los errores cometidos por todas las partes, hoy su hija, quizás con un poquito de mi ayuda, ha logrado una familia estable, organizada, inteligente, sana y buena, quizás, y esto es muy complicado de decir, pero ya aclaré que asumo lo que tengo que asumir, muy por encima del resto de su familia.

Mi amigo Ruso, mi Vikingo que escribe poemas y conoció a Marta desde niño, me ha escrito esto que refleja lo que ella fue:

"AUSENCIA

Desde lejos, también, se siente el dolor...es el costo, es el precio que nos lleva, no estar presente en ese momento, en ese instante..., y es cuando recibes la mala noticia, un tormento para tu mente.

Estando preso, por no decir, en el infierno; fallecieron seres queridos y no me lo querían decir para no darme más tristeza, en un lugar donde realmente, necesita mucha fortaleza, no física sino espiritual, emocional y sentimental.

Me llega la salida del país y a pasar lo mismo, otros familiares y amigos que no pude ver, ni despedirme, por culpa de mi destino.

Ahora, termina de irse para el Cielo, la mamá y suegra de una gran amiga mía y de un gran amigo mío: Me pregunto, si a mí me duele...cómo se sentirán ellos.

La conocí desde niño...vecina; dulce, cariñosa, amable; pero, sobre todo, muy educada e inteligente. Su gran amor por sus hijos, logrando ella sola que llegaran a ser profesionales, es digno de amor y nos deja ese gran recuerdo.

No sabemos la consecuencia por estar tan lejos, es el daño que nos causa...la AUSENCIA”.

Entonces, murió mi suegra y eso está bien, porque las suegras también mueren, es sencillamente el peligro de estar vivos. Tal como le escribí a sus hijos que están lejos, ahora es cuando es, las personas que viven alrededor de una persona como Marta, el horcón central de una familia, cuando esa figura tan potente desaparece, muchas veces se pierde el centro y las familias se pierden.

Yo tengo una gran ventaja, al vivir con Martica, para mí heredera total de su madre, en ella veo y tengo a Marta todos los días.

miércoles, 2 de octubre de 2024

589.- Los ojos de la presentadora ganaron el debate.

Acaba de ocurrir el debate entre Tim Walz y J.D. Vance, los dos candidatos a vicepresidentes en las próximas elecciones de noviembre de 2024, el primero demócrata, el otro republicano.

Según la tradición, estos debates entre los candidatos a vicepresidentes no son muy importantes porque al final los norteamericanos votan por el presidente y la segunda figura, cosa que no debería ser al menos vista así, es sólo la llamada “guarnición”, o sea, el acompañamiento del plato fuerte.

Y digo no debería ser vista así, porque muchas veces, esa figura vice, es el escogido para, primero, sustituir al presidente en el poder; incluso como comandante en jefe del ejército; segundo, para postular un nuevo presidente en futuras elecciones tratando de mantener el poder de determinado partido político. Se debería aspirar a tener también un buen vicepresidente.

Es cierto que, en una familia, generalmente, la madre o la abuela en defecto de la primera, es importante, pero el padre también lo es, entonces la mejor familia está compuesta por dos cerebros que van en una misma dirección a la misma velocidad. ¿Qué es un gobierno sino una buena familia?

El debate, primero en su estructura, me pareció muy bueno, a diferencia del último debate de los candidatos a presidentes.

Los contendientes políticos se saludaron, se agradecieron, incluso por momentos declararon que estaban de acuerdo en parte de lo que el otro decía. Fue un debate amable y entendible, porque los que están debatiendo son humanos que pueden tener diferentes puntos frente a un tema, pero no tiene que mostrarse como enemigos acérrimos que vienen a matar a su oponente.

Fue una buena posibilidad porque hoy todos conocemos a Trump y a Harris, pero poco conocemos a los vicepresidentes por ellos mismos y lo mejor es que estas dos personas no se dedicaron como primer objetivo a agredirse entre ellos, con mentiras y verdades, o medias de ambas cosas, pero a agredirse. Los debates pierden y terminan siendo hasta desagradables, al menos para mí, cuando todo el tiempo se está atacando, incluso con estupideces, al contrario.

Los temas, nada nuevo, fueron los mismos que se vienen presentando por los aspirantes a presidentes, ahora con diferentes caras. La economía, la frontera y los inmigrantes, el aborto, etc. A mí, Vance me pareció muy bien al quitarse la imagen que le han querido dar de ultraconservador. Me pareció mejor que no negara, no lo puede hacer, su oposición a Trump en el pasado y que fuera capaz no sólo de explicar el por qué, sino salir airoso de la explicación.

Creo que fue algo bastante parejo, para aquellos que siempre piensan en quién ganó y quién perdió. Ahora, me parece también que el candidato republicano Vance, se llevó un poco la diferencia y se puso a la cabeza por un poquito.

Walz se vio dudoso al principio, le dio para adelante y atrás a algunas ideas, pero profesor al final, supo salir del tema, sino aclarando del todo, por lo menos no desmayándose.

Mentirillas o afirmaciones de campaña, bueno para eso fueron allí.

Me gustó en lo personal que se despidieran respetuosa y amigablemente, uno es senador, otro es gobernador, estatus muy altos de la política norteamericana, lo que no quiere decir que tenían que salir de allí para un bar a emborracharse y burlarse de todo lo que está pasando.

Ahora, lo mejor de lo mejor del debate, lo más llamativo, lo diferente, lo irrepetible, lo que más me llamó la atención, fueron los ojos de una de las presentadoras, Norah O’Donnell.

En realidad, para mí gusto, podrían haber puesto el audio de fondo con las intervenciones de los aspirantes a vice y haber dejado la cara de la presentadora, que ya para nada es una bella chica veinteañera, todo el tiempo al aire. 

He visto de diferentes fuentes, tres veces el debate y descubro que no estoy escuchando, a lo mejor debería haber estudiado oftalmología.

Fue un buen debate. JAJAJA.

588.- ¿Creíble o sólo campaña?

Gracias a Dios, dirían los que creen en algún dios, nuestra vicepresidenta, después de casi cuatro años de que se le asignase la tarea, ha visitado un punto de la frontera sur de los Estados Unidos.

No es que no le interesara el tema, sólo que ha estado durante todo este tiempo muy complicada con otras actividades, cumpleaños, bodas y funerales, que el presidente Biden también le asignó. La demora en enfrentar y tomar acciones con relación a este tema, al parecer para ella, está justificada.

De los 3 200 kilómetros de frontera que abarcan cuatro estados de la Unión, Texas, Nuevo México, Arizona y California, visitó un punto de cruce en Arizona, que no es que no sea frontera, pero hubiera sido mejor que visitara Texas, porque este estado ha sido más sofocado con el paso de inmigrantes. Parece que Texas la podría quemar.

Podría parecer ahora, a última hora, o sea, a pocas semanas de las votaciones a las que se está presentando para presidenta, que es sólo una acción más de campaña, porque todo el país y gran parte del mundo la acusan o al menos la señalan como que sobre este tema, ni conoce, ni ha hecho nada o por el contrario ha hecho todo lo posible porque el tema se haya mantenido lo más desorganizado posible. No puede quitarse de arriba la ineficiencia porque forma parte principal, como vicepresidenta, de la administración actual.

La visita comenzó mal, un Sheriff de uno de esos puntos fronterizo, anunció, cosa que hizo, que la esperaba con una carta donde describía todos los problemas que, durante estos últimos cuatro años, al parecer muchísimos, se han sufrido en la frontera, para que ella, jamás pudiera decir que no conocía del problema, detalle a detalle. A Harris la sonrisa de Happy, (Feliz), el enano más alegre y juguetón de todos en la historia de Blancanieves, el que pasa todo el tiempo riendo y se toma la vida con entusiasmo, se le borró y por momentos puso cara de seria tal como si el tema fuera nuevo para ella, la impresionara o la alarmara. Puro teatro.

Todo parece indicar que la señora Harris fue a la frontera para una simple sesión de fotos, visita que a pesar de todo lo complicado del tema, duró poco más de 20 minutos, o sea, uno de los temas más complicados para el gobierno presente de donde la señora Harris funge desde hace cuatro años como segunda, uno lo de los temas más importantes para los votantes de este país y el tiempo invertido es poco más del que se demora cualquiera en tomarse un café.

Para eso, dicen muchos, se hubiera ahorrado el viaje, porque para conocer a los agentes fronterizos que la esperaban, hubiera bastado una teleconferencia y para las fotos hubiera sido más que suficiente el Photoshop, de lo contrario se le exige como vicepresidenta en activo que regresara a la Casa Blanca, despertara a su presidente Biden, le diera un café negro para activarlo y de inmediato tomaran ambos una medida radical para por lo menos parar este tema, cosa que parece no ocurrió.

Kamala Harris sólo está prometiendo, que eso sí, si ella resulta electa presidenta tomará medidas inmediatamente. El muerto delante y la bulla detrás, vieja estrategia. Entonces ella mandará a otra persona a cumpleaños y funerales y dedicará tiempo a resolver lo que, en cuatro años, ni por asomo hizo, pero primero “¡Al agua, patos!!!!!”. Imaginamos todos, o una parte de nosotros, que entonces, ya desvinculada de Biden, le echará al viejo “Sleepy”, (Dormilón), en la misma historia de la misma Blancanieves, toda la culpa, algo así como borrón y cuenta nueva, algo así como aquella frase célebre de “Ahora si vamos a construir el Socialismo” después de estar 30 años tratando de construirlo.

No desconozco el tema de la inmigración, no nací aquí, gracias a esa posibilidad organizada, por la justificación o razón que sea, hoy vivo en Estados Unidos, por lo que no sólo no la desconozco, sino que estoy de acuerdo y apoyo que exista. Gracias a esa solución de llegada, hoy soy ciudadano norteamericano, por lo que defiendo lo que, en este país, en el cual, además de vivir, es probable que muera, pasa todos los días.

Sin hipocresía y quizás con algún dolor, sólo alguno, soy ciudadano norteamericano, por lo que he dejado de pensar como cubano. Sería incongruente vivir en un lugar y pensar y actuar como si se viviera en otro. No incongruente, sería una locura. Mantengo vínculos con Cuba en mis recuerdos y exclusivamente porque tengo allí familiares muy cercanos y muchos amigos, nada más me ata. Ni las palmas, ni la bandera. Tal como dice Serrat en su canción Vagabundear, me traje mi guitarra que es fuerte y es fiel, lo otro, la patria, es un papel.

Como ciudadano norteamericano, repito, no puedo penar por Paris, porque no conozco Francia, no me afecta la buena inmigración, o sea, las personas que vienen aquí a buscar lo mismo que yo buscaba, sin embargo, el problema está con la mala y descontrolada inmigración, la que viene, no a apoyar, sino a destruir. Veamos los números, ellos si me afectan.

No creo que la buena inmigración le quite el trabajo a nadie o por lo menos yo no lo he experimentado, tampoco yo he estado interesado, por ejemplo, en trabajar en la agricultura o la construcción, oficios y lugares donde se necesita mucha mano de obra y por lo general los norteamericanos con alguna preparación y yo, no queremos ir.

Mi primer trabajo en este país, orgulloso, fue en una fábrica que procesaba carne de cerdo para hacer jamón. Un millón de libras diarias. Yo cargador de piernas de cerdo. Mi primer salario fue 12.50 dólares la hora. Estaba muy bien para mí como recién llegado, en mi país de origen, con un trabajo profesional, muchos títulos de estudios acumulados y algún prestigio como trabajador, el gobierno cubano me pagaba en pesos cubanos, al cambio, 8.00 dólares al mes, cuando una cerveza nacional de mala calidad vendida por el mismo gobierno costaba 1.00 dólar.

Estos son los números. Según datos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, sigla en inglés) encargado de identificar las actividades criminales y eliminar los puntos débiles que representan una amenaza para la seguridad fronteriza, económica, y de transporte e infraestructura del país, publica que durante estos meses donde la frontera se dice que está cerrada, pero en realidad abierta han entrado:

  • 13 099 personas convictas de homicidios en sus países de origen.
  • 15 811 personas convictas de asaltos sexuales incluyendo a niños, probablemente llaman niños a jóvenes menores de 21 años, edad legal en Estados Unidos para clasificar en la mayoría de edad.

Más:

  •        1 845 personas pendiente por homicidios.
  •        4 250 personas pendientes por asalto sexual.

Más:

  •        222 000 personas pendientes de ser juzgados.

Junto al ICE, el FBI también dice que existe un grupo grande, no determinado, de personas que han entrado por los puntos fronterizos directamente hacia el interior del país, sin pasar por los controles. Evidentemente número difícil de determinar, por lo que queda sólo en la definición de grupo grande. Yo personalmente por trabajo, conozco a muchos inmigrantes de esta última oleada, mexicanos, hondureños, panameños, colombianos, etc., de ambos sexos, jóvenes y menos jóvenes, casados, solteros, sin hijos, no pocos con muchos hijos y algunos de ellos, han sido deportados a sus países de origen tres veces y han vuelto a venir. Están aquí. No los nombro delincuentes, no los conozco a profundidad, sólo los llamaré luchadores.

Dentro de estas personas que han llegado masivamente, muchas son acusadas de forma general del tema asesinatos, violaciones, tráfico de personas y tráfico de drogas, lo que es posible, aunque no exclusivo de los inmigrantes, existen todos estos males protagonizados también por nacionales, los malos inmigrantes sólo vienen a complicar los escenarios, ya complicados con muchos de estos males. Lo que sucede, cosa humana, es que es más fácil siempre echarle la culpa al otro y como a los nacionales delincuentes de todos tipos, nos los tenemos que tragar, se focaliza el tema, no en todos los inmigrantes, sino en aquellos delincuentes que si existen evidencias según las autoridades que han llegado.

Ahora existe una noticia para mí inentendible, inexplicable y mucho más grave que todo los posibles asesinatos, violaciones y el tráfico de drogas, la vieja mariguana, las conocidas cocaína y heroína y el nuevo fentanilo incluído.

Le he escuchado a Trump en varias ocasiones y recién ahora mientras escribo al aspirante republicano a la vicepresidencia J.D. Vance, que existen más de 320 000 niños perdidos, extraviados, fuera de control, o sea, que no se sabe a dónde han ido a parar. La noticia no la puedo afirmar, no tengo como comprobarla por mí mismo, pero me llama la atención que, a pesar de la gran reacción siempre a cualquier idea expuesta por el dúo Trump-Vance, nadie lo ha desmentido, por lo que voy a asumir que puede ser, al menos, parcialmente, cierta.

¿300 mil niños perdidos? Estaríamos compitiendo con lo que dicen pasa, por ejemplo, en África o en algún que otro país muy pobre latinoamericano, por ejemplo.

¿Cómo es que se pueden perder más de 300 000 niños y jóvenes? Es conocido que muchos niños y adolescentes han llegado a la frontera sin sus padres, algunos padres mueren por el largo camino hacia el norte, pero también es conocido que muchos padres, quizás para “salvarlos”, los envían solos, pero una vez que esos niños son registrados por las autoridades norteamericanas, cómo se van a perder, cómo nadie puede decir a dónde han ido a parar. El reguero, la inconciencia e indolencia, más la enorme falta de responsabilidad tiene que ser enorme.

Desde hace mucho se viene hablando de tráfico de niños, de tráfico de órganos, de venta para la prostitución, entiendo que muchos pueden ir a parar a incluso buenas familias en condiciones de buena, aunque ilegal, adopción, pero: ¿300 000 niños?

Eso en el 2024 en un país como Estados Unidos bajo una administración demócrata, republicana, e incluso marciana, si es que pudiera ser, es inadmisible.

El primer niño perdido o descolocado, debería haber explotado el asunto como una bomba, debería haber llamado la atención de las mínimas y cercanas, pero también de las máximas autoridades de cualquier gobierno, pero resulta que no, que el tema ha venido corriendo y corriendo y ahora, a menos de dos meses de las nuevas elecciones presidenciales, nos revienta frente a nuestras caras.

300 000 niños y jóvenes son muchísimos niños y jóvenes.

Bueno, ahora Kamala Harris, salida como de la lámpara mágica con la que andaba Aladino, que ocupa el cargo de vicepresidenta desde hace casi cuatro años, a la que se le asignó la tarea de resolver o al menos parar o tratar de controlar el tema de la inmigración masiva entrando por una frontera que se dice cerrada, pero no lo ha estado tal y que tan recién como hace dos días acaba de visitar por primera y última vez un punto fronterizo por 20 minutos lo que significa nada, dice que si sale electa presidenta, va a resolver todo de una vez, pienso yo, que pidiéndoselo al genio mago de la lámpara.

La Harris ha tenido cuatro años, no ha hecho mucho, dejando un por ciento de duda porque a lo mejor pensó y ahora asegura que luego de que la coronen, sólo luego, lo podrá resolver todo, eso sí, hoy, hasta la explicación de cómo, o sea, un plan detallado, se la tiene bien guardada.

¿Creíble o sólo campaña?