Gracias a Dios, dirían los que creen en algún dios, nuestra vicepresidenta, después de casi cuatro años de que se le asignase la tarea, ha visitado un punto de la frontera sur de los Estados Unidos.
No es que no le interesara el tema, sólo que ha estado
durante todo este tiempo muy complicada con otras actividades, cumpleaños,
bodas y funerales, que el presidente Biden también le asignó. La demora en
enfrentar y tomar acciones con relación a este tema, al parecer para ella, está
justificada.
De los 3 200 kilómetros de frontera que abarcan cuatro
estados de la Unión, Texas, Nuevo México, Arizona y California, visitó un punto
de cruce en Arizona, que no es que no sea frontera, pero hubiera sido mejor que
visitara Texas, porque este estado ha sido más sofocado con el paso de
inmigrantes. Parece que Texas la podría quemar.
Podría parecer ahora, a última hora, o sea, a pocas
semanas de las votaciones a las que se está presentando para presidenta, que es
sólo una acción más de campaña, porque todo el país y gran parte del mundo la
acusan o al menos la señalan como que sobre este tema, ni conoce, ni ha hecho
nada o por el contrario ha hecho todo lo posible porque el tema se haya
mantenido lo más desorganizado posible. No puede quitarse de arriba la ineficiencia porque forma
parte principal, como vicepresidenta, de la administración actual.
Todo parece indicar que la señora Harris fue a la frontera para una simple sesión de fotos, visita que a pesar de todo lo complicado del tema, duró poco más de 20 minutos, o sea, uno de los temas más complicados para el gobierno presente de donde la señora Harris funge desde hace cuatro años como segunda, uno lo de los temas más importantes para los votantes de este país y el tiempo invertido es poco más del que se demora cualquiera en tomarse un café.
Para eso, dicen muchos, se hubiera ahorrado el viaje, porque
para conocer a los agentes fronterizos que la esperaban, hubiera bastado una teleconferencia
y para las fotos hubiera sido más que suficiente el Photoshop, de lo contrario
se le exige como vicepresidenta en activo que regresara a la Casa Blanca,
despertara a su presidente Biden, le diera un café negro para activarlo y de
inmediato tomaran ambos una medida radical para por lo menos parar este tema,
cosa que parece no ocurrió.
No desconozco el tema de la inmigración, no nací aquí, gracias a esa posibilidad organizada, por la justificación o razón que sea, hoy vivo en Estados Unidos, por lo que no sólo no la desconozco, sino que estoy de acuerdo y apoyo que exista. Gracias a esa solución de llegada, hoy soy ciudadano norteamericano, por lo que defiendo lo que, en este país, en el cual, además de vivir, es probable que muera, pasa todos los días.
Sin hipocresía y quizás con algún dolor, sólo alguno, soy
ciudadano norteamericano, por lo que he dejado de pensar como cubano. Sería
incongruente vivir en un lugar y pensar y actuar como si se viviera en otro. No
incongruente, sería una locura. Mantengo vínculos con Cuba en mis recuerdos y
exclusivamente porque tengo allí familiares muy cercanos y muchos amigos, nada
más me ata. Ni las palmas, ni la bandera. Tal como dice Serrat en su canción
Vagabundear, me traje mi guitarra que es fuerte y es fiel, lo otro, la patria,
es un papel.
Como ciudadano norteamericano, repito, no puedo penar
por Paris, porque no conozco Francia, no me afecta la buena inmigración, o sea,
las personas que vienen aquí a buscar lo mismo que yo buscaba, sin embargo, el
problema está con la mala y descontrolada inmigración, la que viene, no a
apoyar, sino a destruir. Veamos los números, ellos si me afectan.
No creo que la buena inmigración le quite el trabajo a
nadie o por lo menos yo no lo he experimentado, tampoco yo he estado
interesado, por ejemplo, en trabajar en la agricultura o la construcción,
oficios y lugares donde se necesita mucha mano de obra y por lo general los
norteamericanos con alguna preparación y yo, no queremos ir.
Mi primer trabajo en este país, orgulloso, fue en una
fábrica que procesaba carne de cerdo para hacer jamón. Un millón de libras
diarias. Yo cargador de piernas de cerdo. Mi primer salario fue 12.50 dólares
la hora. Estaba muy bien para mí como recién llegado, en mi país de origen, con
un trabajo profesional, muchos títulos de estudios acumulados y algún prestigio
como trabajador, el gobierno cubano me pagaba en pesos cubanos, al cambio, 8.00
dólares al mes, cuando una cerveza nacional de mala calidad vendida por el
mismo gobierno costaba 1.00 dólar.
Estos son los números. Según datos del Servicio de
Control de Inmigración y Aduanas (ICE, sigla en inglés) encargado de identificar
las actividades criminales y eliminar los puntos débiles que representan una
amenaza para la seguridad fronteriza, económica, y de transporte e
infraestructura del país, publica que durante estos meses donde la frontera se
dice que está cerrada, pero en realidad abierta han entrado:
- 13 099 personas convictas de homicidios en sus países de origen.
- 15 811 personas
convictas de asaltos sexuales incluyendo a niños, probablemente llaman niños a
jóvenes menores de 21 años, edad legal en Estados Unidos para clasificar en la
mayoría de edad.
Más:
- 1 845 personas pendiente por homicidios.
- 4 250 personas pendientes por asalto sexual.
Más:
- 222 000 personas pendientes
de ser juzgados.
Junto al ICE, el FBI también dice que existe un grupo grande, no determinado, de personas que han entrado por los puntos fronterizos directamente hacia el interior del país, sin pasar por los controles. Evidentemente número difícil de determinar, por lo que queda sólo en la definición de grupo grande. Yo personalmente por trabajo, conozco a muchos inmigrantes de esta última oleada, mexicanos, hondureños, panameños, colombianos, etc., de ambos sexos, jóvenes y menos jóvenes, casados, solteros, sin hijos, no pocos con muchos hijos y algunos de ellos, han sido deportados a sus países de origen tres veces y han vuelto a venir. Están aquí. No los nombro delincuentes, no los conozco a profundidad, sólo los llamaré luchadores.
Dentro de estas personas que han llegado masivamente, muchas son acusadas de forma general del tema
asesinatos, violaciones, tráfico de personas y tráfico de drogas, lo que es
posible, aunque no exclusivo de los inmigrantes, existen todos estos males protagonizados
también por nacionales, los malos inmigrantes sólo vienen a complicar los escenarios,
ya complicados con muchos de estos males. Lo que sucede, cosa humana, es que es
más fácil siempre echarle la culpa al otro y como a los nacionales delincuentes
de todos tipos, nos los tenemos que tragar, se focaliza el tema, no en todos los
inmigrantes, sino en aquellos delincuentes que si existen evidencias según las
autoridades que han llegado.
Ahora existe una noticia para mí inentendible, inexplicable y mucho más grave que todo los posibles asesinatos, violaciones y el tráfico de drogas, la vieja mariguana, las conocidas cocaína y heroína y el nuevo fentanilo incluído.
Le he escuchado a Trump en varias ocasiones y recién
ahora mientras escribo al aspirante republicano a la vicepresidencia J.D.
Vance, que existen más de 320 000 niños perdidos, extraviados, fuera de
control, o sea, que no se sabe a dónde han ido a parar. La noticia no la puedo
afirmar, no tengo como comprobarla por mí mismo, pero me llama la atención que,
a pesar de la gran reacción siempre a cualquier idea expuesta por el dúo
Trump-Vance, nadie lo ha desmentido, por lo que voy a asumir que puede ser, al
menos, parcialmente, cierta.
¿300 mil niños perdidos? Estaríamos compitiendo con lo
que dicen pasa, por ejemplo, en África o en algún que otro país muy pobre latinoamericano,
por ejemplo.
¿Cómo es que se pueden perder más de 300 000 niños y
jóvenes? Es conocido que muchos niños y adolescentes han llegado a la frontera sin
sus padres, algunos padres mueren por el largo camino hacia el norte, pero también
es conocido que muchos padres, quizás para “salvarlos”, los envían solos, pero
una vez que esos niños son registrados por las autoridades norteamericanas,
cómo se van a perder, cómo nadie puede decir a dónde han ido a parar. El
reguero, la inconciencia e indolencia, más la enorme falta de responsabilidad
tiene que ser enorme.
Desde hace mucho se viene hablando de tráfico de niños,
de tráfico de órganos, de venta para la prostitución, entiendo que muchos
pueden ir a parar a incluso buenas familias en condiciones de buena, aunque
ilegal, adopción, pero: ¿300 000 niños?
Eso en el 2024 en un país como Estados Unidos bajo una
administración demócrata, republicana, e incluso marciana, si es que pudiera
ser, es inadmisible.
El primer niño perdido o descolocado, debería haber
explotado el asunto como una bomba, debería haber llamado la atención de las
mínimas y cercanas, pero también de las máximas autoridades de cualquier
gobierno, pero resulta que no, que el tema ha venido corriendo y corriendo y
ahora, a menos de dos meses de las nuevas elecciones presidenciales, nos revienta
frente a nuestras caras.
300 000 niños y jóvenes son muchísimos niños y
jóvenes.
Bueno, ahora Kamala Harris, salida como de la lámpara
mágica con la que andaba Aladino, que ocupa el cargo de vicepresidenta desde
hace casi cuatro años, a la que se le asignó la tarea de resolver o al menos parar
o tratar de controlar el tema de la inmigración masiva entrando por una
frontera que se dice cerrada, pero no lo ha estado tal y que tan recién como
hace dos días acaba de visitar por primera y última vez un punto fronterizo por
20 minutos lo que significa nada, dice que si sale electa presidenta, va a
resolver todo de una vez, pienso yo, que pidiéndoselo al genio mago de la
lámpara.
La Harris ha tenido cuatro años, no ha hecho mucho,
dejando un por ciento de duda porque a lo mejor pensó y ahora asegura que luego
de que la coronen, sólo luego, lo podrá resolver todo, eso sí, hoy, hasta la explicación de cómo, o sea, un plan detallado, se la tiene bien guardada.
¿Creíble o sólo campaña?
2-10-24. Interesante comentario. Coincido en que la Sra Harris en su mandato, ha dedicado muy poco tiempo al tema frontera, pudo haber realizado muchas más visitas, acciones, etc. Pero como dice el refrán ¨nunca es tarde si la dicha es buena¨, en este caso....aún tiene un tiempecito para realizar su tarea pendiente.
ResponderEliminarYo me llevo de lección aprendida al ver los debates presidenciales y toda la publicidad electoral, que hay muchos temas debatidos que son pocos creíbles de realizar como lo prometen. Solo quedarán en temas de campaña.
¡A seguir el tema que comentas, porque solo faltan unos pocos días para las elecciones presidenciales. Quizás estos días sean los más interesantes y de mayor actividad de los candidatos presidenciales, ver para creer ¡