miércoles, 2 de octubre de 2024

588.- ¿Creíble o sólo campaña?

Gracias a Dios, dirían los que creen en algún dios, nuestra vicepresidenta, después de casi cuatro años de que se le asignase la tarea, ha visitado un punto de la frontera sur de los Estados Unidos.

No es que no le interesara el tema, sólo que ha estado durante todo este tiempo muy complicada con otras actividades, cumpleaños, bodas y funerales, que el presidente Biden también le asignó. La demora en enfrentar y tomar acciones con relación a este tema, al parecer para ella, está justificada.

De los 3 200 kilómetros de frontera que abarcan cuatro estados de la Unión, Texas, Nuevo México, Arizona y California, visitó un punto de cruce en Arizona, que no es que no sea frontera, pero hubiera sido mejor que visitara Texas, porque este estado ha sido más sofocado con el paso de inmigrantes. Parece que Texas la podría quemar.

Podría parecer ahora, a última hora, o sea, a pocas semanas de las votaciones a las que se está presentando para presidenta, que es sólo una acción más de campaña, porque todo el país y gran parte del mundo la acusan o al menos la señalan como que sobre este tema, ni conoce, ni ha hecho nada o por el contrario ha hecho todo lo posible porque el tema se haya mantenido lo más desorganizado posible. No puede quitarse de arriba la ineficiencia porque forma parte principal, como vicepresidenta, de la administración actual.

La visita comenzó mal, un Sheriff de uno de esos puntos fronterizo, anunció, cosa que hizo, que la esperaba con una carta donde describía todos los problemas que, durante estos últimos cuatro años, al parecer muchísimos, se han sufrido en la frontera, para que ella, jamás pudiera decir que no conocía del problema, detalle a detalle. A Harris la sonrisa de Happy, (Feliz), el enano más alegre y juguetón de todos en la historia de Blancanieves, el que pasa todo el tiempo riendo y se toma la vida con entusiasmo, se le borró y por momentos puso cara de seria tal como si el tema fuera nuevo para ella, la impresionara o la alarmara. Puro teatro.

Todo parece indicar que la señora Harris fue a la frontera para una simple sesión de fotos, visita que a pesar de todo lo complicado del tema, duró poco más de 20 minutos, o sea, uno de los temas más complicados para el gobierno presente de donde la señora Harris funge desde hace cuatro años como segunda, uno lo de los temas más importantes para los votantes de este país y el tiempo invertido es poco más del que se demora cualquiera en tomarse un café.

Para eso, dicen muchos, se hubiera ahorrado el viaje, porque para conocer a los agentes fronterizos que la esperaban, hubiera bastado una teleconferencia y para las fotos hubiera sido más que suficiente el Photoshop, de lo contrario se le exige como vicepresidenta en activo que regresara a la Casa Blanca, despertara a su presidente Biden, le diera un café negro para activarlo y de inmediato tomaran ambos una medida radical para por lo menos parar este tema, cosa que parece no ocurrió.

Kamala Harris sólo está prometiendo, que eso sí, si ella resulta electa presidenta tomará medidas inmediatamente. El muerto delante y la bulla detrás, vieja estrategia. Entonces ella mandará a otra persona a cumpleaños y funerales y dedicará tiempo a resolver lo que, en cuatro años, ni por asomo hizo, pero primero “¡Al agua, patos!!!!!”. Imaginamos todos, o una parte de nosotros, que entonces, ya desvinculada de Biden, le echará al viejo “Sleepy”, (Dormilón), en la misma historia de la misma Blancanieves, toda la culpa, algo así como borrón y cuenta nueva, algo así como aquella frase célebre de “Ahora si vamos a construir el Socialismo” después de estar 30 años tratando de construirlo.

No desconozco el tema de la inmigración, no nací aquí, gracias a esa posibilidad organizada, por la justificación o razón que sea, hoy vivo en Estados Unidos, por lo que no sólo no la desconozco, sino que estoy de acuerdo y apoyo que exista. Gracias a esa solución de llegada, hoy soy ciudadano norteamericano, por lo que defiendo lo que, en este país, en el cual, además de vivir, es probable que muera, pasa todos los días.

Sin hipocresía y quizás con algún dolor, sólo alguno, soy ciudadano norteamericano, por lo que he dejado de pensar como cubano. Sería incongruente vivir en un lugar y pensar y actuar como si se viviera en otro. No incongruente, sería una locura. Mantengo vínculos con Cuba en mis recuerdos y exclusivamente porque tengo allí familiares muy cercanos y muchos amigos, nada más me ata. Ni las palmas, ni la bandera. Tal como dice Serrat en su canción Vagabundear, me traje mi guitarra que es fuerte y es fiel, lo otro, la patria, es un papel.

Como ciudadano norteamericano, repito, no puedo penar por Paris, porque no conozco Francia, no me afecta la buena inmigración, o sea, las personas que vienen aquí a buscar lo mismo que yo buscaba, sin embargo, el problema está con la mala y descontrolada inmigración, la que viene, no a apoyar, sino a destruir. Veamos los números, ellos si me afectan.

No creo que la buena inmigración le quite el trabajo a nadie o por lo menos yo no lo he experimentado, tampoco yo he estado interesado, por ejemplo, en trabajar en la agricultura o la construcción, oficios y lugares donde se necesita mucha mano de obra y por lo general los norteamericanos con alguna preparación y yo, no queremos ir.

Mi primer trabajo en este país, orgulloso, fue en una fábrica que procesaba carne de cerdo para hacer jamón. Un millón de libras diarias. Yo cargador de piernas de cerdo. Mi primer salario fue 12.50 dólares la hora. Estaba muy bien para mí como recién llegado, en mi país de origen, con un trabajo profesional, muchos títulos de estudios acumulados y algún prestigio como trabajador, el gobierno cubano me pagaba en pesos cubanos, al cambio, 8.00 dólares al mes, cuando una cerveza nacional de mala calidad vendida por el mismo gobierno costaba 1.00 dólar.

Estos son los números. Según datos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, sigla en inglés) encargado de identificar las actividades criminales y eliminar los puntos débiles que representan una amenaza para la seguridad fronteriza, económica, y de transporte e infraestructura del país, publica que durante estos meses donde la frontera se dice que está cerrada, pero en realidad abierta han entrado:

  • 13 099 personas convictas de homicidios en sus países de origen.
  • 15 811 personas convictas de asaltos sexuales incluyendo a niños, probablemente llaman niños a jóvenes menores de 21 años, edad legal en Estados Unidos para clasificar en la mayoría de edad.

Más:

  •        1 845 personas pendiente por homicidios.
  •        4 250 personas pendientes por asalto sexual.

Más:

  •        222 000 personas pendientes de ser juzgados.

Junto al ICE, el FBI también dice que existe un grupo grande, no determinado, de personas que han entrado por los puntos fronterizos directamente hacia el interior del país, sin pasar por los controles. Evidentemente número difícil de determinar, por lo que queda sólo en la definición de grupo grande. Yo personalmente por trabajo, conozco a muchos inmigrantes de esta última oleada, mexicanos, hondureños, panameños, colombianos, etc., de ambos sexos, jóvenes y menos jóvenes, casados, solteros, sin hijos, no pocos con muchos hijos y algunos de ellos, han sido deportados a sus países de origen tres veces y han vuelto a venir. Están aquí. No los nombro delincuentes, no los conozco a profundidad, sólo los llamaré luchadores.

Dentro de estas personas que han llegado masivamente, muchas son acusadas de forma general del tema asesinatos, violaciones, tráfico de personas y tráfico de drogas, lo que es posible, aunque no exclusivo de los inmigrantes, existen todos estos males protagonizados también por nacionales, los malos inmigrantes sólo vienen a complicar los escenarios, ya complicados con muchos de estos males. Lo que sucede, cosa humana, es que es más fácil siempre echarle la culpa al otro y como a los nacionales delincuentes de todos tipos, nos los tenemos que tragar, se focaliza el tema, no en todos los inmigrantes, sino en aquellos delincuentes que si existen evidencias según las autoridades que han llegado.

Ahora existe una noticia para mí inentendible, inexplicable y mucho más grave que todo los posibles asesinatos, violaciones y el tráfico de drogas, la vieja mariguana, las conocidas cocaína y heroína y el nuevo fentanilo incluído.

Le he escuchado a Trump en varias ocasiones y recién ahora mientras escribo al aspirante republicano a la vicepresidencia J.D. Vance, que existen más de 320 000 niños perdidos, extraviados, fuera de control, o sea, que no se sabe a dónde han ido a parar. La noticia no la puedo afirmar, no tengo como comprobarla por mí mismo, pero me llama la atención que, a pesar de la gran reacción siempre a cualquier idea expuesta por el dúo Trump-Vance, nadie lo ha desmentido, por lo que voy a asumir que puede ser, al menos, parcialmente, cierta.

¿300 mil niños perdidos? Estaríamos compitiendo con lo que dicen pasa, por ejemplo, en África o en algún que otro país muy pobre latinoamericano, por ejemplo.

¿Cómo es que se pueden perder más de 300 000 niños y jóvenes? Es conocido que muchos niños y adolescentes han llegado a la frontera sin sus padres, algunos padres mueren por el largo camino hacia el norte, pero también es conocido que muchos padres, quizás para “salvarlos”, los envían solos, pero una vez que esos niños son registrados por las autoridades norteamericanas, cómo se van a perder, cómo nadie puede decir a dónde han ido a parar. El reguero, la inconciencia e indolencia, más la enorme falta de responsabilidad tiene que ser enorme.

Desde hace mucho se viene hablando de tráfico de niños, de tráfico de órganos, de venta para la prostitución, entiendo que muchos pueden ir a parar a incluso buenas familias en condiciones de buena, aunque ilegal, adopción, pero: ¿300 000 niños?

Eso en el 2024 en un país como Estados Unidos bajo una administración demócrata, republicana, e incluso marciana, si es que pudiera ser, es inadmisible.

El primer niño perdido o descolocado, debería haber explotado el asunto como una bomba, debería haber llamado la atención de las mínimas y cercanas, pero también de las máximas autoridades de cualquier gobierno, pero resulta que no, que el tema ha venido corriendo y corriendo y ahora, a menos de dos meses de las nuevas elecciones presidenciales, nos revienta frente a nuestras caras.

300 000 niños y jóvenes son muchísimos niños y jóvenes.

Bueno, ahora Kamala Harris, salida como de la lámpara mágica con la que andaba Aladino, que ocupa el cargo de vicepresidenta desde hace casi cuatro años, a la que se le asignó la tarea de resolver o al menos parar o tratar de controlar el tema de la inmigración masiva entrando por una frontera que se dice cerrada, pero no lo ha estado tal y que tan recién como hace dos días acaba de visitar por primera y última vez un punto fronterizo por 20 minutos lo que significa nada, dice que si sale electa presidenta, va a resolver todo de una vez, pienso yo, que pidiéndoselo al genio mago de la lámpara.

La Harris ha tenido cuatro años, no ha hecho mucho, dejando un por ciento de duda porque a lo mejor pensó y ahora asegura que luego de que la coronen, sólo luego, lo podrá resolver todo, eso sí, hoy, hasta la explicación de cómo, o sea, un plan detallado, se la tiene bien guardada.

¿Creíble o sólo campaña?

 

 

 

1 comentario:

  1. 2-10-24. Interesante comentario. Coincido en que la Sra Harris en su mandato, ha dedicado muy poco tiempo al tema frontera, pudo haber realizado muchas más visitas, acciones, etc. Pero como dice el refrán ¨nunca es tarde si la dicha es buena¨, en este caso....aún tiene un tiempecito para realizar su tarea pendiente.
    Yo me llevo de lección aprendida al ver los debates presidenciales y toda la publicidad electoral, que hay muchos temas debatidos que son pocos creíbles de realizar como lo prometen. Solo quedarán en temas de campaña.
    ¡A seguir el tema que comentas, porque solo faltan unos pocos días para las elecciones presidenciales. Quizás estos días sean los más interesantes y de mayor actividad de los candidatos presidenciales, ver para creer ¡

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