jueves, 31 de octubre de 2024

594.- Comentarios y preguntas inteligentes a cinco días de la elección.

Si seguimos atacándonos, si seguimos buscando y buscando hasta el más mínimo detalle incluso en el lejano pasado para denigrarnos, si continuamos apelando a definiciones fatales para cualquier ser humano hoy como la de llamarlo fascista, racista, negro puro o adoptado, blanco de cuello rojo, etc., todos terminaremos enfermos. Las elecciones pasan, el que salga presidente saldrá y los afectados seremos los amigos, los familiares, los compañeros de trabajo, la persona con la que se coincidió en un supermercado o en una gasolinera, que hasta donde conozco nadie se va a ir a vivir a Mongolia.

Si hay algo que me parece absurdo en este país, al que amo con todas las fuerzas de mi cerebro, que son mas fuertes que la de mi corazón, sobre todo, cada cuatro años, vinculado a las campañas presidenciales, es la exacerbación de algunas categorías, a tal punto que llega a ser vomitivo.

Contantemente se habla del voto latino, del voto afroamericano, ahora más que nunca de los hombres negros y latinos, de las mujeres negras y latinas, tratando de manejar esto como si fueran categorías de alimentos, piezas de carros, zapatos, razas de animales, etc. Lo que me parece extremadamente racista o al menos un serio problema racial, que no por tradicional e histórico, es bueno.

Es tanta la mención de este tipo de votos, identificando a personas, que da a entender que a nadie le importa nada más, o sea, nadie menciona el voto chino o el vietnamita, el polaco o el voto ruso, orígenes que están bien representados a lo largo de la Unión. El voto negro y el voto latino para conquistar, obviamente por el resultado numérico que representan, pero por nada más. Desde la propia esencia se divide, lo que a mí me da a entender que son los afroamericanos, los latinos u otras denominaciones de origen, categorías diferentes a la hora de diseñar un país. Da la impresión de que habrá precios, impuestos, trabajos y beneficios diferentes a partir del tipo de voto por origen y no del derecho y las capacidades. Los latinos tenemos que hablar inglés y eso nos molesta o limita, pues deberíamos haber escogido España, a algunos llamados afroamericanos les molesta tener que estudiar y trabajar, pues podrían irse a vivir a un quimbo en el "Continente Negro".

También es absurdo que constantemente cuando se llena un documento, por ejemplo, una solicitud de trabajo, haya que llenar la casilla que especifica si uno es blanco, latino, negro americano, descendientes de los nativos o de los búfalos, etc., lo que pudiera parecer, más allá de los intereses estadísticos, que pagan más por una determinada categoría que por otra, o que un color puede tener más importancia que otro sobre todo cuando no se está aspirando a trabajar en una película del lejano Oeste, lo que haría difícil representar un buen papel de jefe de una tribu de nativos siendo rubio de ojos azules o sencillamente negro.

Creo que más que todo es un manejo de la política, de todos aquellos que muchas veces hipócritamente hablan de igualdades, porque, si se sabe que Estados Unidos se formó por inmigrantes y se ha desarrollado gracias a la llegada sistemática de personas de todos los lugares del mundo hasta hoy, resulta absurdo que sigamos preguntando y utilizando el origen para cualquier cosa.

Creo que deberían existir cuatro categorías importantes, ciudadanos, residentes permanentes, residentes temporales, digamos por estudio, trabajo, enfermedad, quizás algún tipo de asilo transitorio y los ilegales.

Si usted es ciudadano norteamericano, que es una de las cosas imprescindibles para votar, qué tiene que ver si usted nació en Bulgaria o en Japón. Usted es ciudadano norteamericano, vive aquí legalmente todos los días, tiene derechos y sobre todo muchos deberes, colabora y trabaja para que este país sea grande.

Si usted es ciudadano norteamericano, ya sea por nacimiento o por naturalización, resulta difícil entender o absurdo meterlo o mantenerlo en otra categoría. Digamos, por ejemplo, nada personal, es sólo un buen ejemplo, Kamala Harris es hija de la mezcla de una mujer india y un hombre jamaiquino o jamaicano. ¿Quién es ella?, ¿Cómo saberlo y meterla en una fría categoría? Es probable que por el color de su piel se parezca más al padre, pero puede haber crecido bajo una gran influencia de su madre, por lo que a la hora cero, tira más al curry y al yogourt, pero podría ser que, viviendo con su mamá como líder, se apegara más al modo de vida de la isla caribeña paterna, reggae y mariguana incluidas. Entonces, ¿Por qué ahora lo de afroamericana?, ¿Sólo por el color de la piel?, ¿Vive Kamala en un apartamento de bajo costo, rodeada de primos, sobrinos, hermanos negros que comen todo el día muslos de pollo frito al estilo de New Orleans?

Es absurdo, tengo dos amigos de toda la vida, Ruso y María Pérez, siempre fueron blancos, rubios y de inconfundibles ojos azules. Ambos ciudadanos norteamericanos convencidísimos. De verlos, son más blancos que muchos de los que nacieron aquí y, sin embargo, clasifican como latinos por su lugar de nacimiento. A la hora del voto, cada uno de ellos ejerce un voto latino y van a parar de esa forma a las estadísticas. Mi nieta Mia, ya he escrito, rubia de ojos azules, primero texana, categoría importante y luego norteamericana, no se parece 100% a sus amiguitas, porque ella tiene nada más y nada menos que una gran influencia cubana en su forma de vida, que conforma una forma diferente de pensar. Mia clasificaría como cubanísima, sin embargo, su voto será del blanco norteamericano porque su mamá la parió aquí y escogió un papá con ojos verdes.

La idea no deja de ser jodida, porque entonces cada ciudadano debería tener una categoría diferente; blancos de Michigan, blancos de Colorado, afroamericanos de Texas, afroamericanos de Oklahoma, nativos americanos de Utah o de Montana, los que comían carne, los que eran vegetariano, etc., lo que sería a largo plazo todo un infierno.

Y es muy intencional y manejado. Para dirigirse a los negros norteamericanos, se pone a un negro, millonario pero negro, para tratar de convencer a los latinos, se pone a alguien de apellido García con cara de mexicano. Obama multimillonario la habla a los hombres negros pobres, no les habla a los pobres por un lado, ni a los negros por otro. Trump a veces habla de deportar a los inmigrantes, lo que crea terror, porque mete en un mismo saco, en medio de un incendiario discurso necesario de candidatura, a todos los que llegan y no es lo mismo, obviamente, llegar con permiso y VISA, digamos por reclamación familiar, que cruzar el muro abriendo una brecha e incluso no es lo mismo llegar a través del muro y ser una buena persona interesada en echar para adelante y cumplir con todo lo establecido, que entrar por el muro habiendo sido un asesino en un determinado país y llegar aquí y seguir siendo asesino, pretendiendo vivir de vender drogas y traficar con niños.

Es injusto decir que todos los haitianos se estaban comiendo los gatos y desde la crítica, repetir y repetir por no tener más que criticar. No sé lo de los haitianos, yo y muchísimos cubanos comimos gatos, cuando no estaban en la tradición de nuestra cultura alimenticia.

Si usted es inmigrante y lo dejaron entrar después de verificarlo muy bien, usted está obligado, no es opcional, a coger el único camino, el camino del bien y con eso hay que colaborar. No es discutible, es una obligación. Si usted logró entrar y comete delitos, usted tiene que estar preso o ser deportado a su país de origen, sea de Venezuela, Cuba, Congo, Australia, etc. Da igual el país. Estados Unidos, demócrata o republicano, con tal de quedar bien, no puede y no tiene que asumir a los delincuentes del mundo, bastante tiene con los que nacen aquí, que no son pocos, ni siempre son los pobres, revicemos los casos de P. Diddy o del hoy ya fallecido Jeffrey Epstein.

Aquí tiene que haber una sola política, estén los demócratas o los republicanos, los verdes o los azules, el que venga a este país a joder, no puede estar aquí. ¿Alguien duda que Maduro abrió sus cárceles y dejó escapar a delincuentes? No sé, no vivo en Venezuela, lo que si puedo asegurar es que, en Cuba, el gobierno, que ya no vale la pena ni mencionar el nombre, lo hizo y envió a Estados Unidos a miles de delincuentes, con el objetivo expreso de dañar a la Unión. Pablo Escobar se propuso lo mismo pero con la cocaina.

Ahora la pregunta inteligente en esto de los orígenes y los colores. ¿Elon Mosk, el flamante empresario, uno de los hombres más ricos del mundo aparentemente por su buen trabajo, clasifica como afroamericano? A todas luces no. ¿Cómo va a ser afronorteamericano si es blanco? Dirían muchos, embutidos en que sólo los negros de piel pueden tener esa categoría. Y es que sólo se explica esa categoría para señalar cierto sufrimiento en el ya pasado lejano, sin embargo, África tiene negros, pero también tiene árabes, blancos y muy blancos y por supuesto negros diferentes; no son iguales los del Congo a los de Sudan, no se parecen los egipcios a los angolanos.

Pues se equivocan los que así piensan. Si existe alguien que puede ser considerado afronorteamericano es precisamente el amigo Elon.

Elon nació en Pretoria en 1971, Sudáfrica, que, si no estoy mal, sigue estando en el continente africano y vivió allí hasta los 18 años, edad suficiente como para saber quién se es y obtener determinadas características y hábitos de vida. Luego en 1989 se mudó a Canadá donde obtuvo la ciudadanía de ese país gracias a su madre canadiense, dos años después se mudó a Estados Unidos para estudiar en la Universidad de Pennsylvania y una década después, ya grande, obtuvo la ciudadanía norteamericana.

Elon, si alguien se arriesga a preguntarle por su origen, a pesar de su blancura llamativa e impresionante, tiene que responder que es africano, de Sudáfrica, pero africano, mucho más africano que los que aquí tienen clavada la categoría hipócrita de afroamericanos, para no decirles negros, sin conocer dónde queda África y cómo es aquel lugar por dentro.

A la hora del voto, Elon debería ser considerado dentro de ese grupo de hombres africanos y merecería que Obama fuera a meterle una muela para convencerlo de que vote por la candidata que lo va a representar y le va a resolver sus problemas.

Podría parecer que cuando se habla de afroamericanos siempre se está hablando de gente pobre, que nada más comen frijoles colorados, fuma mariguana todo el tiempo y se dedica a estar sentado en las esquinas. De mujeres que tienen siempre 8 hijos y viven del dinero del gobierno. Hasta ahí, con esa imagen, explotada hasta la saciedad, hemos llegado. No es incierta, pero no es absoluta para clasificar a personas. ¿Es Michael Jordan ese afroamericano?, ¿De verdad?, ¿Es Oprah Winfrey esa afroamericana?, ¿De verdad?

Yo soy cubano porque mi madre allí me parió, pero si vamos a Cuba nos complicamos porque nací en Santiago de Cuba, pero al año y medio me llevaron para La Habana, entonces soy mitad medio “palestino”, mitad habanero de raza pura, eso me diferencia del que nació en un pueblecito o batey de Camagüey. Pero si seguimos dentro de Cuba, crecí y viví toda mi vida en un reparto que se llamó Apolo y luego se identifica como Víbora Park, que nada tiene que ver con el que se desarrolló debajo del Puente de La Lisa, no es mejor, ni peor, sólo es diferente. Luego viví cinco años en República Dominicana, vivencia que puede haber dejado huellas en mí, pues luego de salir de Cuba como blanco que pensé que era, allí me clasificaron oficialmente como ”indio” y ahora soy ciudadano norteamericano por Naturalización que ha vivido en Nebraska como nebraskiano y en Texas, como texano, territorios muy diferentes en todo.

¿Cómo clasificar mi voto?, ¿Blanco como pienso que soy, latino cubano que es diferente a ser latino de Ecuador o incluso “indio” como lo era en República Dominicana, nebraskiano o texano?

Llegaremos a volvernos locos. ¿No sería mejor votar siendo únicamente ciudadanos norteamericanos?

 

 

 

1 comentario:

  1. Interesante comentario .Comparto las ideas de este artículo y tus preguntas. Son temas para reflexionar e investigar porque tienen profundas raíces de todo tipo. El tema étnico racial que tratas vinculado a la campaña electoral es muy difícil y complejo . Y más en este país que está integrado por múltiples grupos de inmigrantes de muchos países. Es un país megadiverso en este sentido y de ahí que debía tener una política mucho más socialmente inclusiva que la tiene en el presente.
    En estos momentos observo que ambos partidos están utilizando muchísimo el factor étnico racial, para captar votos, lo que no debe ser nuevo. Esto se debe agudizar aún más, en estos días finales de campaña electoral. Como dices…. es un manejo hipócrita de la política…yo agregaría…….un manejo asqueroso de los dos partidos en su carrera por alcanzar el poder.
    El presidente(a) que salga electo debería tener en cuenta estos factores. Ojalá se encamine a diseñar una política adecuada y moderna hacia todos los que vivimos en este país, cuya cultura original está imbricada con la cultura del país que nos acogió y que impacta en todos los compartimientos sociales.

    ResponderEliminar